Capítulo 80: Tiempo

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No les miento cuando les digo que estuve a punto de volverme loco, Tn no contestaba los mensajes de nadie, ni los de mi prima, ni los de mi cuñada, ni los de mis hermanos y mucho menos los míos, a quien al día siguiente había bloqueado, ellos no quisieron seguir insistiendo en un rato, pero yo la llenaba de mensajes normales, llamadas, hasta que noté que me había bloqueado de todos lados.

Días después de lo ocurrido fui a buscar a la gorda, ya que era la única persona que podía haber hecho eso, ya que bueno, aparte de todo, aquellas imágenes de la conversación habían sido tomadas directamente de su Facebook, y por otra parte yo ni sabía que existían fotos de nosotros en la cama.

-hola Cesarin- me dijo abriendo la puerta de su departamento, yo solo la mire con desprecio -amaneciste de malas?- me preguntó haciéndose a un lado y entro a su departamento, yo detrás de ella

-que son esas mamadas que le llegaron a tn?- pregunté enojado y mirándola

-de que hablas?- preguntó confundida

-como que de que hablo gorda?- levante una ceja -a Tn le llegaron nuestras conversaciones y pinchis fotos de nosotros en la cama que ni yo sabía que existían-

-haber esperate- se puso frente a mi -las fotos las tomé esa noche porque quería un recuerdo contigo, ya que sabía perfectamente que no te hubieras acostado conmigo sin estar borracho-

-y en eso tienes toda la razon- reafirme

-merecia un recuerdo de la última noche juntos César- yo reí -no te rías, yo sí te llegue a querer-

-bueno, y como le llegó todo eso a tn?- estaba realmente enojado

-no se César- dijo frustrada -hace días que me hackearon mi celular-

-no digas mamadas gorda- rodé los ojos -eso ni tú te lo crees-

-ahi está la pinchi prueba- me mostró su celular, el cual efectivamente marcaba error, o alguna mamada así -yo te hice una promesa, yo no le dije nada- la miré dudoso

-no sé si creerte-

-pues no me creas y ya- me arrebató su celular -me basta con saber que te digo la verdad-

Ella se fue a sentar al sofá, yo me quedé parado unos segundos, por algún momento pasó por mi mente creerle, aunque sonaba loco, había pruebas, pero no podía volver a caer, ya lo había hecho una vez y me costó tanto, que ahora lo estoy pagando caro.

-gorda aquí acaba todo entre nosotros- dije acercándome a ella

-hasta nuestra amistad?- preguntó y yo asenti -no mames César, no puedo creer que solo por ésto me quieras dejar de hablar, ya te dije que yo no tengo nada que ver-

-no es cualquier cosa- dije y me confrontó -tn se fue, no se a donde chingados y no me va a perdonar-

-pues que tonta porque lo que hicimos lo hicimos sin que tú y ella tuvieran una relación formal- rodó los ojos y se cruzó de brazos

-no entiendes nada- bufé y ella solo me miró

-no, no lo entiendo César- solo nos miramos unos segundos

-adios gorda- me di la vuelta y salí de su departamento

En algún punto llegué a creerle, pero preferí alejarme de ella, si algún día mi chula regresaba, quería demostrarle que quiero estar con ella, que es la única que me ha interesado desde el día que la conocí, ya sé, suena patético y hasta parece un maldito cliché, pero así sucedió, y no me arrepiento de nada de lo vivido con ella, cada risa, cada lágrima, cada enojo, cada plática, todo había sido maravilloso a su lado, y todo se había ido por unos malditos tragos de alcohol.

Un imposible a tu medida ❤️‍🩹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora