En ocasiones piensas que tú vida está en el mejor de los rumbos, tienes trabajo, estás comprometid@, tu familia es unida, tus amigos están cerca de ti, no hay más que pudieras pedir.
Pero de repente conoces a una persona, aquella persona que solo v...
Estaba muy emocionada, se había llegado el día de la inauguración y estaba hecha un nudo de nervios, me desperté muy temprano al igual que Lillian, ambas nos alistamos pues los gemelos vendrían temprano por nosotras para arreglar los últimos detalles de la inauguración, cabe recalcar que al término de la inauguración se haría una pequeña convivencia en casa de los Parra, a petición de Paola y Ramón, a lo cual todos accedimos.
Ya estaba lista, solo esperaba la llegada de César, y si me lo preguntan, los últimos días hemos estado "bien" aunque no pasamos mucho tiempo juntos, ya que yo tenía cosas que hacer en la boutique y el también tenía sus asuntos, lo cual no me molestaba.
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Escuchamos el tocar de la puerta, me puse de pie y abrí, estaban ahí los gemelos, muy guapos pero claramente quién robaba mi atención era César.
-pasen- dije despues de saludarlos -Lillian ya casi está lista-
-ire a verla- dijo Carlos y nosotros asentimos
-te ves bien chula- dijo César tomándome de la cintura
-tu no te miras nada mal- dije acomodando el cuello de su camisa
-me tenía que poner guapo para la ocasión- dijo levantando una ceja
-tu siempre estás guapo- sonreímos los dos y nos dimos un beso fugaz
-tortolos más tarde se siguen besando- dijo Lillian caminando hacia nosotros, nos reímos y nos separamos
-ya es hora- dijo Carlos y nosotros asentimos
Salimos del departamento, cada una se fue al carro de su gemelo y emprendimos camino hasta la boutique
-loa chicos están en camino- dije mirando mi celular
-igual tu primo?- me preguntó mirando el camino
-si- dije alegre -estoy muy emocionada que él esté en la inauguración en representación de mi familia que no puede viajar para acá- suspiré
-tranquila- acarició mi pierna -estoy seguro que ellos están muy felices por ti y te mandan toda la mejor vibra y todo su amor-
-lo sé- sonreí y pose mi mano en la suya -y te agradezco por estar conmigo este día tan importante-
-estare en todos los momentos que tú me permitas estar- me miró y me sonrió, regresó la vista al frente
Al llegar a la boutique entre los cuatro y Andrea alistamos todo lo que faltaba, en cuestión de una hora y media los invitados comenzaron a llegar, era prácticamente la familia de César y de Lillian, estaba entrada en mis asuntos cuando escuche una voz que me resultaba muy familiar.
-muñequita- escuché y al girar me encontré con mi primo, grite de emoción y corrí a abrazarlo, me levantó un poco en el aire
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