El Diario de Bill.

Cap. 15.

Tom:

Eran alrededor de las dos de la madrugada... Bill se había quedado profundamente dormido y es ahí cuándo me decidí a ir con ella.
No quise ir en el Cadillac... No quería despertar a Bill, se veía cansado por la noche y al fin estaba tranquilamente dormido, así que salí caminando.
No llevaba un discurso planeado, y por la hora en la que le haría la visita, de seguro no terminaría en nada bueno, pero no estaba dispuesto a arrepentirme.

Me metí por la pequeña ventana de la cocina, ya me conocía cada rincón de la casa, ese día que entre sin el permiso de Bill, me tome el tiempo de escudriñarla completa.
No hice absolutamente ningún ruido, se perfectamente como moverme en silencio. Me había pasado la vida entera entrando y saliendo de lugares ajenos... Para robar, o hacerle una visita a aquellos que no le pagaban a tiempo la droga a Aron, el rubio.
Estaba acostumbrado a dar escarmientos a personas, pero este escarmiento no era a cualquier persona... Me encontraría cara a cara con la puta de Simone.

Cuando estuve adentro busque la puerta de su habitación, la casa estaba oscura y en silencio, cuando di con la puerta giré de la manilla sin pensarlo y entre...

Pasaron varios minutos antes de que ella despertara...estaba plenamente dormida... Y sola.
Me asegure de que nadie estuviera en casa, desconecte todos los teléfonos de la casa, y encontre su móvil en el velador de su lado... Lo meti en mi bolsillo y me senté en un pequeño sofá personal que tenía enfrente de su cama. Ahí me quedé, esperando a que se despertara, estaba dispuesto esperar lo que fuese necesario para asustarla.

Después de casi cuarenta minutos al fin lo hizo.
Comenzó a moverse, inquieta, y hacer ruidos desagradables con la boca... Se quejo un par de veces, hasta que se sentó en la cama y la vi quitarse un antifaz de los ojos.
La habitación estaba muy oscura... Se apresuró a buscar su móvil, y cuando no lo encontró encendió la luz de la pequeña lámpara qué tenía a su alcance... De inmediato se percató de mi presencia, se espanto tanto que se recogió en la cama temblando de miedo, se cubrió torpemente con las sábanas sin quitarme los ojos de encima.

- Hola.

Dije con voz suave... Ella se horrorizo aún más... Lanzó un grito horrible que se escucho por toda la casa.

- Guarda silencio...

Volví a decir... Pero no se calló... Volvió a gritar entre sollozos y quiso bajarse de la cama, pero no lo hizo.

- Qué te calles!!... Ahora!!!... O me veré obligado a taparte la boca!! Me oíste!?

No me moví de mi asiento... Seguía sentado en la misma posición relajada...

- Qui... Quién eres tú??... Cómo entraste!?... Qué quieres de mi!?... Dinero!? Llevate todo!!! Pero no me hagas daño!! Porfavor te lo suplico!!...

...comence a sonreir... De la manera más maquiavelica posible... La situación me daba gusto... Verla así de vulnerable , de asustada... Tiritaba de miedo, estaba horrorizada... Ya no era la Simone fuerte, la que me había rechazado por muchos años... Ahora era una simple cucaracha asustadiza, y temerosa de que la lastimara.

- Ya veo que el hábito de solucionarlo todo con dinero, aún no se te quita.
No cambias Simone.

- Qué!?... Tú... De qué hablas? Cómo...sabes...?

- Vamos a presentarnos... Te parece?

... Ella no respondió... Volvió su mirada al velador y luego busco debajo de su almohada...

- Buscas ésto?

... Levanté mi mano y le enseñe su móvil... Abrió los ojos enormes.

- Dámelo!! Regresamelo... Porfavor.