Cap. 34.

711 80 65
                                    

22 de Diciembre del año 2007.

Querido diario :

Hoy todo había estado bien, pero como era de esperarse algo malo tenía que ocurrir para darle equilibrio a mi mala suerte.
No sé realmente si sea del todo malo, pero lo que si se con claridad es que la situación fue mi extrema.
Esta vez no solo presencié la acción, ahora fui participe de ella.
En qué me estoy convirtiendo?...
Será que este lugar comienza a afectar mi personalidad?...

Te cuento un poco para que puedas entenderme... Hoy por ejemplo, me ocurrieron dos cosas desconcertantes... Parto por la primera... Con Tom llegamos al acuerdo de que yo intentaría acostumbrarme a la vida de Stuttgart y las cosas horribles qué acá suceden, pero sin involucrarme mayormente. Tuvimos una conversación bastante intensa después de habernos reconciliado con ese excitante beso qué nos dimos frente a Andy.
Invite a Tom a sentarse un momento, pero traía prisa, le tocaba cumplir su último turno de noche... Ya que a partir del próximo día, comenzaría a trabajar de día y dormir de noche como correspondía.

- Qué fue eso Bill?

- Un beso...

- Si... Lo sé... Pero me refiero... Por qué lo haces?

- Porque sentí ganas... Y ya!

- Y desde cuándo eres tan atrevido Bill?

- No lo sé... Tal vez desde... Hoy.

Tom sonrió un poco incrédulo y siguió mirándome para prestarme atención.

- No me gusta estar peleándome contigo Tom... Desde que llegué a Stuttgart no hemos hecho otra cosa que no sea discutir o enfrentarnos a distintas cosas desagradables... En Hamburgo... nos llevábamos mejor... Extraño esos momentos.

Tom me observó con ternura, se sonrió por varios segundos y preguntó...

- De verdad?... Entonces por qué me haces la ley del hielo Bill?

Era segunda vez que me llamaba por mi nombre, hace mucho que no me llamaba de esa manera dulce y tentadora qué me volvía loco.

- Ya no soy... Ya no me llamas...??...olvidalo.

Tom frunció el ceño y me miró con un tanto de burla en el rostro...

- No eres quién??.... Bill.

- Ya va Tom olvidalo!!

- Mi muñeco?

Sentí un poco de vergüenza y me ruborice, corrí mi mirada hacia el suelo y me quedé mudo...

- Extrañas los tiempos en Hamburgo... Extrañas los momentos que vivimos, y ahora también extrañas qué te llame Muñeco?

- Solo... Han sido muchas cosas intensas... Y me cuesta acostumbrarme al cambio, pero quiero hacerlo... De verdad.

- Tú me pediste que no volviera a llamarte así... Lo recuerdas?

Y Por supuesto que lo recordaba!! Le había gritado en la cara en la casa de Jhon qué no volviera a llamarme muñeco, me había expresado como un imbécil, teniendo en cuenta que  amaba qué me llamara así.

- Si... Lo recuerdo... Pero Tom... Es que... Estaba molesto contigo... No te veía en más de un mes... Te fuiste... Me dejaste solo en Hamburgo...

- Era lo mejor para ti... Pero nunca lo entendiste... Ahora estas aquí... Eres un burro...

- Te quiero Tom...

Levantó su mirada y me miró directamente a los ojos... Admito que me hubiera encantado escucharle decir devuelta qué también me quería, pero no lo hizo...
Se sonrió con orgullo en el rostro y me tomo de la cintura , me apegó a su cuerpo y el contacto físico me puso imbécil otra vez...
Deseaba tanto a Tom... Hace tanto tiempo que no habíamos estado juntos, no habíamos podido concretar nuestras aberraciones con éxito y ya me estaba poniendo impaciente... Volvió a besarme con un beso bruzco y desesperado, la respiración se me agitó y comencé a tocar su dura espalda, me encantaba cada centímetro de él...
En ese momento cuando más calor sentí, Avril salió de nuestra habitación interrumpiendo el momento... Al escuchar la puerta cerrarse solté a Tom... Si bien Avril sabía lo nuestro, me dio pudor qué nos viera en esas condiciones... Aunque minutos antes no había tenido la misma coincideracion con Andy.

El Diario de Bill.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora