Cap. 43.

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Tom:

La sensación de fatiga y el adormecimiento de mi cuerpo eran insoportables... No sentía ni un solo músculo y me estaba desesperando.
El sonido de la ambulancia me aturdía la cabeza mientras intentaba no quedarme dormido... El rostro de Bill se apagaba poco a poco mientras mis cansados ojos intentaban no alejarse de él.

Pase largas horas intentando no irme... Pero me estaba costando demasiado trabajo no darme por vencido...
Qué pasaría con Bill??...
Qué pasaría con Aron??...
Con Andy??...
Recordé a Simone... Me costaba creer que Bill había sido capaz de dispararle para defenderme... Nunca me hubiera imaginado, qué Bill sería capaz de dar tanto por mí...
No podía irme... No podía dejarlo... Bill me necesitaba y yo no podía abandonarlo ahora.

Sentí cada descarga eléctrica en mi pecho, me elevaba en el aire con la fuerza de aquellas máquinas con las que intentaban reanimarme, si tan solo hubiera podido abrir bien mis ojos, si hubiera podido hablar, hubiera podido pedirles que buscarán a Bill.

El lugar se torno oscuro y el viento en el aire zarandeaba mi débil cuerpo a su antojo, sentí frío, me estaba congelando, tenía una horrible sensación en el pecho qué me presionaba con fuerza haciéndome vulnerable en aquel sitio tan extraño. Vi a la distancia un inmenso bosque, con enormes árboles de un color verde oscuro, llegaban al cielo y se perdían por completo en la oscuridad.
Comencé a caminar y al bajar la mirada hacia mis pies vi una espesa niebla por todo el suelo, subía por mis piernas impidiendome la visión de mis propios pasos...
Oí una voz saliendo de aquel misterioso bosque qué gritaba mi nombre...

Tom!! Tom!!!

- Bill!!! Bill!!! Eres tú!!??

Comencé a correr desesperado hacia aquella voz que se alejaba poco a poco, causándome desesperación...
Tom!! Tom!!... La voz era suave, lejana, y la necesitaba...

- Estoy aquí!!! Bill!!! Estoy aquí!!! No me dejes!!!

El pecho me dolía, intentaba correr más fuerte pero mis pasos eran lentos y débiles... Nunca antes me había sentido tan débil...tan cansado, tan agotado.

La voz comenzó a desaparecer y me dejé caer en la niebla sin saber que había allí...

En ese momento escuché un llanto, era agudo y un tanto irritante, miré a mi alrededor asustado, en el oscuro cielo pude ver la imagen de dos pequeños bebés recién nacidos, estaban juntos pegados el uno con el otro, sus rostros eran idénticos sin diferencia alguna...
Pero de pronto uno de ellos desapareció, vi dos manos tomarle y sacarle de allí... El pequeño que seguía recostado, lloraba desesperado por atención pero nadie lo socorria...
La imagen comenzó a borrarse poco a poco desapareciendo como humo en frente de mi cara, trague saliva con dolor, y cuando estaba dispuesto a huir de allí, vi como otra imagen se formó en el telón negro del cielo...
Ahí estaba Bill... sentado en una enorme sala de paredes blancas, el lugar era tan claro que mis ojos ardieron con el resplandor... Bill estaba sucio, manchado de sangre en su ropa y en su cuerpo, llorando desconsolado...
Comencé a gritar su nombre con desesperación...

- Bill!!! Bill!!!...

Pero era inútil, él no me oía, no me veía y en un momento de profunda desesperación quise ir tras él...
Corrí nuevamente intentando alcanzar aquella ilusión en el cielo... Vi como empezó a desaparecer nuevamente como humo y antes de que pudiera borrarse por completo grité...

- Muñeco!!...

Vi como Bill levantó su cabeza y miró en dirección hacia dónde yo me encontraba, extendí mi mano en el aire y la imagen desapareció junto a aquella expresión de miedo en el rostro de mi Muñeco...
Me habría visto??...

El Diario de Bill.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora