Cap. 25.

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Tom:

Cuando nadie me ve... Cuando estoy solo... Me gusta pensar en Bill... La verdad pienso en él todos los días, a cada momento, pero cuando estoy solo, lo hago de una manera más intensa...
Tengo tanto miedo de perder a Bill... Qué haré si se olvida de mi?...
Qué haré si Bill se enamora de alguien más?...
Y si con el pasar de los días, Bill acostumbra a estar sin mí?...
Qué haré si ya no puedo volver a tenerlo?...
Esos pensamientos invaden mi cabeza día y noche...
Tengo tanto odio dentro... Acá en Stuttgart las cosas no me ayudan, y lo único bonito que brilla en mi interior en medio de tanta oscuridad, es Bill...este sentimiento extraño... Esas ganas de sonreí solo de recordar los momentos a su lado, sus abrazos, sus demostraciones de cariño tan infantiles... Bill es la única persona en la vida que me a hecho sentir así.
Lo extraño tanto que me duele... Hace un par de noches tuve un sueño donde lo veía, fue tan real... Lo tenía en frente de mi... Bill sonreía y me acariciaba las rastas mientras me contaba algo, no recuerdo sus palabras pero sentí tan real su calor, su olor... Desperté temblando... El cuerpo empapado en sudor, y el pecho apretado... El corazón me duele, me duele de no tener a Bill a mi lado...
Había pasado momento creando ideas para poder estar con él, visitarlo en Hamburgo, o no sé... Pero la verdad era que  ni a llamarlo me había atrevido... hasta hoy.

Hoy ocurrió algo que me hizo cagarme de miedo... Había llegado al galpón y estaba jugando una partida de poker con Andy y Geo... Cuando derrepente algunos imbéciles de la banda del Rubio aparecieron en un coche qué habían robado.
Un Audi A4 del año 2002 color gris plateado... El mismo coche qué Gustav, el mejor amigo de Bill tenía en Hamburgo.
Miré la placa y me paralice... No lo podía creer... Geo me miró igual de impactado... Ambos nos pusimos de pie de inmediato,el grupo de imbéciles se bajaron del coche entusiasmados y cagados de la risa, bromeaban y se jactaban de lo que acababan de hacer, fui casi corriendo a dónde ellos, estaba alterado, furioso... Killer, León, Jordi, Kadu y Brook bajaron del coche, y me miraron con prepotencia.

- De dónde sacaron éste coche!?

Pregunté casi gritándoles.

- De Fráncfort... Por qué!?

Contestó Killer... El líder de los cinco tarados qué trabajan para El Rubio.

- Imposible!!... Este coche es de Hamburgo!!... Dime ahora mismo de dónde lo sacaste!!... Y cómo hayas lastimado al dueño juro que les pegaré un tiro a todos!!!

... Dejaron de reír... Killer me observó un tanto asustado pero lo intentó disimular...

- Se lo quitamos a unos... A unos imbéciles en Fráncfort... En el campamento de Fráncfort... Hace... Un par de horas.

Respondió con voz entrecortada.

El cuerpo se me paralizó, sentí tanto miedo de que algo le hubiera pasado a Bill.

- Quiénes!?... Dime!!! Responde hijo de puta!!! Quiénes estaban allí!??

Me apresuré a revisar el coche y Geo salió detras de mi, ambos abrimos el maletero y vimos tres grandes maletas en el interior, de manera desesperada las abrí una en una y comencé a sacar cosas como un loco, había ropa femenina, mucha ropa de alguna chica, abrí otra y me volví a paralizar al ver pequeña y ajustada ropa de color negro, bototos de plataforma, maquillaje y las cosas personales de Bill... Geo abrió la última maleta y dedujimos qué se trataban de las cosas de Gustav.
Me volteé de manera presipitada y exaltada y tomé a Killer de la sudadera en la parte del pecho, lo empuje con todas mis fuerzas contra la muraya del galpón y éste hizo un sonido horrible al asotarse.

- Dónde están!?... Dime dónde les han dejado maldito de mierda?!!!

- No... No... Lo sé.... Ellos... Se quedaron supongo... Supongo que están en Fráncfort aún.

El Diario de Bill.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora