ALFONSO
¡Vaya entrenamiento de mierda! Matt había vuelto a meter la pata y nos había cambiado a todos de posición, disolviendo grupos y arruinando jugadas que llevábamos trabajando desde hacía meses. Si quería perder esta temporada, iba bien. Ted nos saludó cuando llegamos a nuestro portal, era un fiel seguidor del equipo y los primeros meses había estado animado porque habíamos empezado a ganar partidos pero después Matt había empezado a desvariar y a mezclarnos como si fuésemos una ensalada o algo parecido y el resultado había sido horrible.
— ¿Cómo vais chicos? —sonrió, abriéndonos la puerta.
— Cansados —suspiró Chris.
— La señorita Annie pasó por aquí hace un rato con algo que olía realmente bien. Seguro que eso os anima un poco.
— Gracias Ted.
— ¿Cómo van las cosas con el entrenador? Annie dijo que apestaba —intenté no soltar una carcajada al ver como se sonrojaba, solo Anahí podía ser capaz de hacer hablar así al pobre Ted—. Siento el vocabulario, eso fue lo que dijo la señorita Annie.
— No te preocupes, la verdad es que ninguno está muy seguro de lo que pasa pero... Intentamos hacerlo lo mejor que podemos.
— Estoy seguro, señor Alfonso.
— Poncho.
— Poncho —repitió antes de que las puertas del ascensor se abriesen—. Espero que todo mejore, ¡vamos Red Wings!
— ¡Vamos! —contestamos Chris y yo a la vez.
Ted no se equivocaba cuando había dicho que algo olía realmente bien. Cuando abrimos la puerta de casa, el olor a pescado con algo riquísimo inundó nuestras fosas nasales y Anahí apareció frente a nosotros con una enorme sonrisa.
— ¡Justo a tiempo!
— ¿Qué hay de cena?
— He pedido algo en Joe Muer Seafood —sonrió, poniendo sus manos en su cintura—. Salmón escocés a la parrilla con ravioles de gambas, caponata y mantequilla de tomate asado. Además he pedido algo de sushi variado y algo de pan de ajo.
— Vaya, ¿qué celebramos?
Annie se mordió el labio inferior, como si no quisiese desvelarnos algo que ella sabía y nosotros no, y después negó con la cabeza.
— Simplemente quería animaros un poco —se encogió de hombros, sonriendo—, y me pareció que el salmón de Muer era una buena idea.
— Excelente idea, hermanita.
— Eso pensaba yo.
La cena estaba buenísima, Annie había tenido razón en pedir ese salmón. No es que ella no cocinase bien, nos había estado haciendo las comidas y las cenas casi desde que llegó y todavía no había probado un plato malo. Pero también nos gustaba salir a comer y, siempre que ella elegía, el sitio era perfecto y estaba todo buenísimo. Se notaba que tenía ojo para la comida...
— Oye, Annie —le dije, cuando estábamos los tres viendo algo en la tele tirados en el sofá— ¿has pensado en dedicarte a algo relacionado con la comida?
— ¿Por? —rió un poco.
— Bueno, te encanta comer y cocinar y, siempre que salimos, el lugar es perfecto y la comida está genial. No sé, a lo mejor te podrías meter en algo relacionado con la gastronomía.
— Mmhm... ¿De verdad crees que podría?
— Puedes hacer lo que te propongas. Por supuesto.

ESTÁS LEYENDO
Irresistible
FanficAnahí decide huir de su pasado cuando abre los ojos con su tóxica relación y llega rápidamente hasta la casa de su hermano, Christian, para revolucionar no solo a este, sino también a su nuevo compañero de piso, Alfonso Herrera. Las cosas se empiez...