1 semana, 7 días, 168 horas, 10,080 minutos, 604,800 segundos. Ese era el tiempo exacto que había pasado sin ver, escuchar, hablar o saber algo de Louis. Desde esa horrible noche, en la que estoy seguro ambos dijimos cosas que no sentíamos realmente, no habíamos tenido ninguna clase de contacto. Llámenlo orgullo o cobardía, o tal vez miedo o rencor, en realidad el nombre es lo que menos me importa en estos momentos, el punto es que desde esa idiota discusión, mi vida se vino abajo. Fue como si mis ganas de reír, respirar o incluso de vivir me fueran arrancadas de golpe. Y sí, yo de verdad sabía que Louis significaba mucho para mí, pero jamás me había puesto a pensar en las dimensiones tan grandes que podía llegar a alcanzar este sentimiento.
Dos palabras hubieran bastado para evitar todo este lio. Ocho letras habrían sido suficientes para evitar derramar tantas lágrimas. Hubiera sido muy fácil decir lo siento, pero al parecer el orgullo y el egoísmo por no ser el primero en hablar y aceptar sus errores, pudo más que nuestra humildad, y cuando por fin nos decidimos, ya era demasiado tarde.
Si en estos momentos tuviera entre mis manos la posibilidad de regresar el tiempo, sin lugar a dudas iría hasta esa noche. Volvería para evitar que Louis se me escapara de entre las manos, le diría lo siento y lo mucho que lo amo, una y otra y otra vez hasta que finalmente creyera en mis palabras.
Recuerdo a mi madre decirme que en una discusión, la persona que pronunciara el primer lo siento, era la que solía amar más, decía que amar era darlo todo sin pedir o esperar nada a cambio, y bueno, a pesar de saber que yo era el que más amaba o necesitaba del otro, fui lo suficientemente cobarde como para no atreverme a decirlas.
Regresamos al tema de las oportunidades perdidas y de no poder decir lo que necesitas en el momento indicado ¿cierto? Al parecer, eso se está volviendo algo muy común en mi vida.
**************
Había pasado un día más. Un día más de monotonía y sombras a mi alrededor. Esta última semana había establecido una nueva rutina: levantarme, ir al trabajo (y no hablar con nadie), regresar a mi apartamento, beber hasta la inconsciencia y finalmente dormir.
Pero este día había sido diferente. Al parecer Liam había recordado que existía una vida fuera del dormitorio y del trasero de Niall y por fin había decidido llamarme para que desayunáramos juntos, pero juro por lo más sagrado, que fue uno de los peores desayunos de mi vida.
("Déjame adivinar, ¿Estas así por Louis?" "No, no es nada Li. Lo juro" "No te creo, escúpelo ricitos" "No nos hemos visto en una semana ¿de acuerdo? Dijo que necesitábamos tiempo" "¿¡TIEMPO!?" "Sip" "Oh por dios hombre, ¿Qué edad tienen, 6? ¿Acaso no le compartiste de tus galletas y el niño hizo su berrinche? Eso no es de adultos" Y como yo ya no tenía ganas de seguir escuchando ese idiota sermón, sugerí cambiar de tema, pero honestamente, no esperaba que el cambio de tema se centrara en lo bueno que Niall era en la cama y en como Liam había usado más condones en una semana que a lo largo de toda su vida.)
Así que después de una tortura de casi dos horas, regresaba a mi departamento con dolor de cabeza porque la imagen de, ("Joder Hazz, ¡Niall es tan elástico! Lo hicimos en casi todas las posiciones que existen, pero nuestra favorita fue la del Cangrejo, mierda hombre, tienes que probarla un día de estos") no se borraba de mi mente.
Sip, Liam pagaría mi siguiente sesión con el psicólogo.
Dios, lo único que quería hacer en estos momentos era encerrarme en mi departamento y beber hasta olvidarme del mundo a mí alrededor, pero desafortunadamente no podía, porque 1) Ya no había alcohol en mi piso y 2) si seguía bebiendo de esa forma, posiblemente mis riñones explotarían. De modo que tendría que recurrir al plan B, el cual consistía básicamente en sentarme frente al televisor con un bote de helado de zarzamora a mi lado y ver películas tristes para poder llorar sin que nadie me criticara.
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Loco por él. Larry Stylinson AU. M-PREG
FanfictionCuando Louis Tomlinson cumple los 29 años, decide no esperar a que llegue el hombre correcto a su vida para poder formar una familia, y sin dudarlo recurre a la inseminación artificial para tener un bebe. Siete años mas tarde, regresa a NY con su...