《 𝐶𝑎𝑝í𝑡𝑢𝑙𝑜 15 》

485 22 3
                                    

Lo que sucedió a continuación fue inusual, para decir lo menos. Apenas cinco minutos después de salir de la boutique, un joven se acercó a nosotras. Para mi sorpresa, parecía estar coqueteando con mi abuela. Era un auténtico cazador de abuelas.

Para colmo, terminó invitándola a una "fiesta salvaje". Y para ganarse el favor de mi querida abuela, el cazador de abuelas se tomó la molestia de extender la invitación a su acompañante, es decir, a mí.

Todo el episodio fue tan extraño que no pude evitar reírme. Pero a pesar de lo inusual de la situación, no pude negar que estaba intrigada. Después de todo, ¿cuántas veces te invita un cazador de abuelas a una fiesta "salvaje"?

Así que, con una mezcla de incredulidad y curiosidad, acepté la invitación. Mi abuela, con una chispa juguetona en sus ojos, parecía encantada con la idea.

Una vez que regresamos a casa, Lana y yo nos pusimos en marcha para prepararnos para la fiesta. Mi abuela, con su espíritu intrépido, se dirigió directamente a su armario, buscando el vestido perfecto. Yo, por otro lado, me quedé un momento en el salón, todavía procesando la idea de asistir a una fiesta con mi abuela.

—Ven, querida —me llamó desde su habitación—. Necesito tu opinión.

Me dirigí a su habitación y la encontré de pie frente a su armario, sosteniendo dos vestidos. Uno era un elegante vestido de seda roja, el otro un vestido de lentejuelas doradas.

—¿Cuál te parece mejor? —preguntó, sosteniendo ambos vestidos frente a ella.

—Creo que el rojo te queda muy bien —respondí, sonriendo ante su entusiasmo.

Lana asintió y colgó el vestido dorado de nuevo en el armario. Luego se dirigió al tocador y comenzó a peinarse. Mientras tanto, yo fui a mi habitación a buscar algo de ropa.

Después de un rato de buscar, finalmente elegí un vestido negro sencillo. No era tan llamativo como los vestidos de Lana pero me gustaba.

Cuando regresé al cuarto de ella, la encontré frente al espejo, aplicándose un lápiz labial rojo brillante.

—Te ves hermosa, Lana —dije, sonriendo.

—Gracias, querida —respondió, devolviéndome la sonrisa—. Tú también te ves muy bonita.

Pasamos el resto de la tarde arreglándonos. Lana me ayudó a maquillarme y a peinarme, mientras yo la ayudaba a elegir sus joyas. A pesar de la extrañeza de la situación, no pude evitar disfrutar de la experiencia. Era una oportunidad para conectar con ella de una manera que nunca había hecho antes.

Finalmente, después de horas de preparación, estuvimos listas. Mirándonos en el espejo, no pude evitar sentir un toque de emoción. No sabía qué esperar de la fiesta, pero estaba segura de que sería una noche para recordar.

—¿Lista para irnos? —preguntó, sonriendo.

Asentí, devolviéndole la sonrisa. —Lista.

Cuando finalmente llegó la noche, nos dirigimos a la dirección que el cazador de abuelas nos había dado. El lugar estaba lleno de gente, la música sonaba fuerte y todos parecían estar pasándolo en grande.

Mi abuela se mezcló con la multitud con una facilidad sorprendente, mientras yo me quedaba un poco atrás, observando todo con asombro.

Entré en la gran casa que prometía una noche llena de emoción y traté de abrirme camino entre la multitud. No esperaba que Lana me dejara tan pronto. Esta era solo la segunda fiesta a la que asistía y todavía me sentía como una novata en estas situaciones. Recorrí la casa hasta que encontré la sala de estar y me acomodé en un sofá.

𝑊𝑒𝑙𝑐𝑜𝑚𝑒 𝑡𝑜 𝐷𝑒𝑟𝑟𝑦 |𝑃𝑎𝑡𝑟𝑖𝑐𝑘 𝐻. 𝑓𝑎𝑛𝑓𝑖𝑐| 𝙥𝙧𝙤𝙘𝙚𝙨𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora