Nota necesaria: Vamos aclarar algo, durante esta historia habrán diálogos simulando mensajes de texto, los cuáles podrán ir identificando. Podrán notarlos por estar subrayados los nombres de los remitentes. Continuemos:
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- ¡Buen día, Tomioka-sensei! - saludaban algunos alumnos al profesor de gimnasia quien solamente correspondía el saludo con una pequeña reverencia de su inexpresivo rostro mientras vigilaba que todos respetaran el código estudiantil de vestimenta a la entrada de la institución educativa.
- Buenos días, Tomioka-san! - aquella melodiosa pero ruidosa voz que Giyuu amaba escuchar cada mañana de aquel caballero apuesto que según Giyuu se veía tan lindo con su camisa formal blanca de mangas largas, corbata rojiza y pantalón ajustado marrón.
- Rengoku-san - decía en voz baja correspondiendo el saludo con un rostro inexpresivo.
Aunque los años pasaran, Tomioka seguía estando enamorado del que fue su compañero de clases y ahora profesor de historia, sin embargo, nunca tuvo el valor de confesarle sus sentimientos cara a cara...mejor dicho...ni siquiera se atrevió a decirle quien era el que realmente escribía todas aquellas cartas que dejaba.
- Rengoku-sensei se ve tan apuesto - decía en voz baja una estudiante.
- Su novia ha de ser muy afortunada - seguía la conversación otra chica - que envidia le tengo - sin embargo, esa conversación era de interés para Giyuu quien disimuladamente caminaba despacio para escuchar la conversación de las chicas que caminaban para entrar a la academia.
- ¿Novia? - decía confundida la fémina - Rengoku-sensei no tiene novia.
- ¡¿En serio?!
- Entonces cualquiera tiene oportunidad con él - sonreía como la típica adolescente popular que suponía ser.
"Cualquiera tiene oportunidad...con él" repetía en su mente Tomioka.
- ¡Por un demonio, Tomioka! - sintió Tomioka el peso de un brazo sobre sus hombros, y a la vez, como si su corazón latiera del susto que alguien pudiera adivinar sus pensamientos - ¿Tan desesperado estás como para fijarte en estudiantes jóvenes? - reía en alto un extravagante hombre.
- Uzui-san - murmuraba bajo como forma de saludo, no es que le desagradara Uzui, pero era muy bullicioso para él.
- Ni siquiera las menores le harían caso por más necesitadas que estuvieran - Sanemi tampoco era la persona favorita de Tomioka pero con dirigirle una palabra era un acercamiento de compañeros aunque estas no fueran muy amables.
- ¡No le digas eso, Shinazugawa-san! - reprendía una voz dulce y femenina, la cuál correspondía a la profesora de lengua extranjera, Kanao - a mi hermana le agradas - sonreía.
Tomioka al escuchar eso último rodó los ojos con fastidio, sabía que la hermana menor de Kanae gustaba de él pero no era una situación "normal", sin embargo, ignoró tal comentario, estaba impaciente por llegar a su pequeña oficina cerca del gimnasio de la academia.
Giyuu Tomioka
-Oye
Sabito Urokodaki
-¿Qué?
Giyuu Tomioka
-Rengoku no tiene novia, lo escuché hoy en los pasillos
Sabito Urokodaki
-Igual que la semana pasada...antes de esa semana...y el mes pasado...
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...con amor, Tomioka ♡
RomanceAlguna vez se han preguntado ¿cómo la vida es tan irónica de regresarnos al pasado para ver cómo este tiene conexión con el presente? o tal vez, cómo en realidad nuestras memorias tienen tan poca importancia que no nos damos cuenta que en realidad s...