♡Capítulo 26♡ (+18)

164 25 17
                                    

Ya habían pasado algunos días desde que Kyojuro estaba viviendo en el apartamento de los Tomioka, gracias a Senjuro pudo obtener algunas de sus cosas para sentirse cómodo en el lugar aunque aún extrañaba a su familia, era más que obvio, eran lo que más amaba aparte de Giyuu. Su pareja observaba desde el marco de la puerta cómo el rubio doblaba algunas prendas de vestir, sabía que algo le incomodaba a Kyojuro y sospechaba de qué se trataba, así que, sin dudarlo y de manera silenciosa se acercó a su amado para abrazarlo por detrás y depositar un suave beso en su cuello.

- ¿Pasa algo, mi amor? - preguntaba dulcemente el peli negro

- No es nada... - le brindaba una cálida sonrisa mientras acariciaba el mentón de Giyuu

- Sé que te pasa algo - la voz de Giyuu era tan serena, confiable y amorosa que permitía a Kyojuro volverse vulnerable ante él

- Extraño a mi familia...

- Lo se, amor

- ...si ellos pensaran distinto, tal vez hubiera podido contarles mi emoción al estar contigo... - su voz parecía quebrarse ante esa confesión - ...solo quería que mis padres aceptaran a quien amo, poder presentarte a ellos y que pudieran haberse llevado bien... o incluso, decirles que te pedí matrimonio...

- Cariño... - murmuraba Giyuu  con tristeza, tratando de comprender a su novio

- Tal vez le hubiera pedido consejos a padre sobre cómo comprar un anillo o a madre para saber qué hacer en mis citas contigo... - las lágrimas empezaban a brotar, lo que hizo que Giyuu abrazara fuertemente a Kyojuro.

Ambos permanecieron en esa posición por un buen rato, hasta que Kyojuro volteó su cuerpo para quedar frente a Giyuu y formalizar ese abrazo. Tomioka sentía la tristeza de su pareja, le destrozaba verlo así pero tampoco sabía qué hacer con exactitud, así que se limitó a acariciar la espalda de su novio.

- Todo mejorará y cuando menos lo esperes, ellos aceptaran lo nuestro - decía dulcemente

- ¿Y si no lo aceptan? - sus ojitos aún contenían algunas lágrimas

- Seguiremos insistiendo - continuó hasta que fue interrumpido por un beso de Kyojuro, un beso lento y suave

- Te amo, Giyuu - soltó en voz baja mientras apoyaba su cabeza en el hombro del contrario

- También te amo, Kyojuro.

Giyuu salió de la habitación para darle privacidad al rubio, se detuvo en la sala para sentarse en el sofá para pensar sobre lo que debería hacer, le dolía verlo así. ¿Qué podría hacer para levantarle el ánimo a su pareja?. Luego de un rato pensando en ello, tuvo una buena idea.

- Kyojuro... - llamó desde la puerta de la habitación

- ¿Si, cariño? - observó cómo el profesor de gimnasia se acercaba nuevamente a él, sentándose en sus piernas y colocando sus brazos alrededor de su cuello, haciendo que Kyojuro lo sujetara de la cadera para no caerse

- ¿Te parece si salimos a cenar? - trataba de animar a su pareja con una voz dulce

- Creo que no me encuentro bien para eso, mi amor - sonreía un poco tímido

- Por favor, amor - la voz de Giyuu era peculiar para Kyojuro, sonaba como si quisiera llamar su atención - quiero ir a cenar contigo - acariciaba la barbilla del rubio de manera provocativa - hace días no quisiste salir.

- Lo siento, amor - observaba a su prometido con dulzura aunque se sentía culpable de no darle suficiente atención - ¿realmente quieres salir a cenar?

- Eso te ayudara a pensar en otras cosas

Ante eso, Kyojuro dio un gran suspiro pero sabía que su pareja tenía razón, además, ¿cómo iba negarle algo a su bello prometido?. Sin embargo, las cosas eran distintas para el matrimonio Rengoku que no pasaba por su mejor momento. Ya hacía algunos días en los que Ruka no le dirigía la palabra a su esposo, ya que este, continuaba con aquellas palabras tan hirientes hacia su hijo mayor. Shinjuro se encontraba preocupado de que su bella damisela no le otorgara un gramo de atención y lo ignoraba a la hora de dormir. La señora Rengoku estaba dispuesta a aplicarle la ley del hielo a su marido hasta que este pudiera cambiar de opinión.

...con amor, Tomioka ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora