♡Capítulo 12♡ (+18)

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Como todo buen fin de semana, el reloj biológico de Giyuu le despertaba al sentir el calor de la mañana. Al abrir sus ojos y alzando un poco la mirada logró apreciar a un Kyojuro con el cabello desordenado, que lo tenía en sus brazos y acariciando su cabello oscuro con una de sus hermosas manos, dedicando una mirada llena de ternura, mientras que Giyuu se encontraba sumamente cómodo en aquellos brazos que lo envolvían con amor.

- Buenos días, cariño - decía Kyojuro en voz bajita para no aturdir al recién levantado

- Buenos días - decía aún recuperando fuerza de voluntad para levantarse - ¿llevas ratos despierto?

- Un poco pero estaba viéndote dormir

- Eres un acosador - bostezaba seguido de aquellas palabras

- Parecemos una pareja de recién casados - reía Kyojuro

- Hablando de eso... - Giyuu acomodó su cuerpo para sentarse cerca de su novio y acurrucarse nuevamente - ...en tus planes de vida... - empezó a redondear las palabras con vergüenza mientras Kyojuro lo tomaba de la cintura y lo miraba con diversión

- ¿Si quisiera casarme? - preguntaba

- Si...

- Si me gustaría casarme - sonreía - luego, poder vivir un tiempo solo con mi pareja - enfatizaba la última palabra mientras acariciaba la cintura de Giyuu pasando sus manos de arriba a abajo con delicadeza, levantando un poco su camisa

- ¿Y después? - preguntaba curioso

- Tener bebés - aquello último fue la frase más dulce que Giyuu haya escuchado de Kyojuro - y antes que lo digas, se que no podemos tener bebés porque tu sabes... - prosiguió riéndose un poco - pero podríamos adoptar unos hermosos bebés

- Suena lindo... - murmuró

- Te imagino cargando a uno de nuestros hijos - fantaseaba el Rengoku, provocando un ligero rubor en el rostro del otro profesor mientras lo observaba con amor

Había sido una noche llena de sanación para el corazoncito del Rengoku, aunque esto no fuera lo mismo para su padre quien durmió en el sofá por obvias razones, para su sorpresa, al despertar su esposa se encontraba de pie observando.

- Buenos días, mi amor - decía Shinjuro esperando que el humor de la mujer hubiera cambiado - ¿Me extrañaste?

- Para nada - respondía fríamente - solamente venía avisarte que el desayuno está servido

- Ruka, mi amor - trataba de llamar su atención mientras extendía su mano esperando que la mujer la tomara - lo lamento

- Shinjuro - suspiró pesadamente la mujer mientras se sentaba a la orilla del sofá, haciendo que su marido se sentara y la abrazara en forma de disculpas - no es a mi a quien debes pedirle perdón, es a tu hijo

- Amor...

- Escúchame - interrumpió - no tienes derecho a tomar decisiones sobre la vida de tu hijo, ya es un adulto. Aunque Mitsuri me cayera bien, no tenía ningún derecho en seguir tu estúpido juego

- Se que estuvo mal...

- No he terminado - Ruka era la única mujer que podía poner en su puesto a Shinjuro y por ello mismo, el hombre no era capaz ni de excusarse - aunque tu hijo sea diferente, debes amarlo tal y cómo es, sin importar lo que eso signifique, además, según recuerdo, Kyojuro ya estaba saliendo con alguien

- Pero no conocemos a esa persona

- Eso no importa, Shinjuro - dijo eso último mientras se levantaba del sofá - vas arreglar esto con tu hijo o prometo que el sofá será tu cama a partir de esta noche

...con amor, Tomioka ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora