Las citas eran recurrentes en el apartamento de los Tomioka, ambos sentían que era su lugar seguro donde nadie los podría juzgar, incluso, era un rato para descansar de las constantes preguntas de los demás Rengoku y donde Giyuu podía hacer lo que quisiera con su novio. Amaban aquel espacio tan íntimo donde podían ser amorosos sin preocuparse de nada teniendo el apartamento libre para sus amoríos, aprovechando que Tsutako estaba de niñera del bebé de su amiga que solía trabajar hasta de madrugada.
- Eres un amor - volvía aquella voz tierna que le daba pequeños besos en las mejillas mientras se encontraban en el sofá conversando
- Kyojuro... - se escuchaba su voz tímida y suave mientras abrazaba a su novio que se encontraba encima - tu... ¿me deseas?
- Claro que sí, cariño - sonreía Kyojuro mientras retiraba algunos mechones del rostro de Giyuu
- Lo he estado pensando... - tartamudeaba - yo...
- ¿Si, amor? - lo miraba inocentemente
- Quiero hacerlo contigo - aquello sorprendió a Kyojuro demasiado pero comprendía la necesidad de su novio, ya que era algo mutuo
- ¿Lo has pensado bien, amor?
- Si... - su rubor aumentaba - aún es temprano - señalaba el reloj
- Giyuu, mi amor - decía tiernamente - ¿estás seguro que quieres eso?
- ¿Tú no quieres? - preguntaba preocupado de que su pareja no pensara de la misma manera
- Si quiero pero no quiero que sea por una calentura - tomaba las mejillas de su novio - quiero que...nazca, así como tu lo dijiste la vez pasada
- Quiero hacerlo...
- Esta bien, Giyuu, vamos a tu habitación - se colocaba de pie Kyojuro pero miraba algo curioso en Giyuu y era que seguía sentado en el sofá como si esperara algo, tal vez estaba nervioso, lo cual lo hacía ver tan tierno, así que decidió acercarse a él y levantarlo para cargarlo en sus brazos, su novio sin mediar palabra solo rodeo el cuello de su novio con sus brazos y escondió su rostro en el pecho del mayor. Al llegar a la cama de su habitación se fijó que Giyuu seguía sin decir nada - Giyuu ¿estas bien?
- Solo estoy un poco... nervioso
- Supongo que eso es normal - la timidez de ambos se hacía más evidente, era obvio, era la primera vez de ambos. Kyojuro bajó a Giyuu de sus brazos, quien optó por sentarse a la orilla de la cama un poco pensativo, mientras que Kyojuro lo observaba siendo un manojo de nervios, surgiendo muchas dudas: ¿qué iban hacer?, ¿cómo lo iban hacer?, ¿les iba a gustar?, ¿era el momento oportuno?, ¿estaban seguros de eso?
- ¿Y qué se supone que debemos hacer? - interrumpió sus pensamientos Giyuu quien con nerviosismo jugaba con sus manos
- ¿Estás sumamente seguro de que quieres hacerlo?
- ¿Tú no?
- Por mi, te entregaría hasta mi vida - la mano de Kyojuro sostenía el mentón de Giyuu, mirándolo como si jamás le hubiera puesto tanta atención a sus facciones, acercándose despacio a sus labios sin tocarlos propiamente, como si esperara a que algo ocurriera para empezar a besarlo - si me entregas este momento, prometo recompensarte
- Hazlo - murmuraba Giyuu cerrando sus ojos para besar a su pareja con lentitud, disfrutando el compás de sus labios que permitían una entrada hacia su lengua, pero cierta distancia entre ambos cuerpos les incomodaba, así que, Giyuu con un poco de vergüenza pero decidido se sentó en las piernas de su novio para facilitar el contacto físico.
Kyojuro amaba eso, amaba sentir la cálida lengua de su novio juguetear con la suya, acariciando y dejándolo sin aire poco a poco mientras sus manos recorrían el cuerpo de Giyuu, ¿cómo habían llegado hasta ese momento?. Quien diría que Kyojuro terminaría profundamente enamorado de su escritor anónimo, no solamente dispuesto a entregarse a él sino a protegerlo con su vida si fuera necesario, quería pasar con él todo el tiempo posible, amándolo, cuidándolo y haciéndole saber que deseaba un futuro con él. De vez en cuando abría un poco sus ojos para observar a su amado que disfrutaba sus caricias, estaba muy enamorado de él y estaba orgulloso de que ambos aceptaran este momento tan íntimo; Giyuu trataba de retirar la camisa de Kyojuro con la delicadeza del mundo, quien al notar esto le ayudó un poco para aligerar la situación, dándole chance a Giyuu de romper aquel beso para continuarlo en su cuello, aquellos besos hacían sentir tan bien a Kyojuro, eran besos cálidos, húmedos, ligeros pero excitantes, mientras las manos de Giyuu traviesamente acariciaban el pecho de su novio quien daba pequeños suspiros de placer.
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...con amor, Tomioka ♡
RomanceAlguna vez se han preguntado ¿cómo la vida es tan irónica de regresarnos al pasado para ver cómo este tiene conexión con el presente? o tal vez, cómo en realidad nuestras memorias tienen tan poca importancia que no nos damos cuenta que en realidad s...