Quise cuidarte,
enseñarte lo mucho que podía amar a una persona,
todo lo que podía llegar a hacer por ver tu sonrisa.
Quería demostrarte que no todo eran palabras ni promesas vacías,
que existía una persona en este mundo dispuesta a quererte, escucharte y cuidarte como creo que mereces.
Pude haberte dicho antes lo mucho que te quería,
no dejar que tuvieras ni un mísero ápice de dudas,
pero no pude,
más bien,
no quise,
porque estaba todo sin resolver en mi cabeza.
Lo sigue estando y por eso,
no seguiré insistiendo,
si quieres que te quiera de verdad,
tendrás que quererme también,
pues sino,
no podré hacerlo.
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Versos rotos de una adolescente.
Short StoryLos pensamientos de un alma adolescente, rota y perdida.