Esta carga que siempre he tenido
a veces pesa demasiado,
porque va aumentando cada vez más.
Y es que ni siquiera es la mía solo,
sino que llevo mil demonios más.
¿Por qué acabo hiriéndome ayudando a los demás?
¿Por qué siempre peco de no valorarme?
¿Por qué no pienso en mí primero?
Estas son preguntas que no paran de resonar.
Preguntas sin respuestas, que no puedo remediar.
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Versos rotos de una adolescente.
Short StoryLos pensamientos de un alma adolescente, rota y perdida.