Capítulo 1

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El solo se podía repetir que esa chica era demasiado dulce que le jodia bastante la cabeza.
Era lo que pensaba constantemente este rubio después de todo le gusta admirar a la cara de ronda buscando un defecto de que si realmente es digna de su respeto y para su mala suerte ella no tenía un defecto según el.
Le molestaba que sonreirá casi todo el puto dia pero no era algo tan grave.

Pero el echo que ahora este enfrente de el, sonriendole con una mirada de alivio con un regalo barato que era un llavero con una granada acompañado de listones de color naranja y negro parecía a ver sido armado por ella misma.

Uraraka estaba nerviosa al estar en el cuarto de Bakuguo, pero le era evidente que el tenía algo extraño. Desde el festival deportivo no le había quitado la mirada para nada y antes de eso sí lo hacia para tan solo mirar a Deku.

—Sabía que volverías a salvo pero aún así no pude evitar preocuparme por ti, Bakuguo-kun. —ella dijo.

—¿Que mierda es esto? —pregunto el con el llavero en la mano— ¿Que mierdas haces aquí?

—¿Te encuentras bien? Desde que volviste de tu se cuestro te noto apagado.

—Que mierdas te importa pedazo de escoria —hablo rápido y se alejó de ella con su típico rostro de reencarnación del diablo.

Ella sonrió y pensó que realmente quería a ver acompañado a Deku para salvarlo pero cuando ella fue a buscarlos los demás ya no estaban.
Uraraka cuando escucho al rubio y sonrio por qué ella estaba realmente feliz de que el estuviera ahora a salvo.

—Bakuguo-kun, estoy orgullosa de ti. Se que no importa pero Deku-kun me contó todo y creo que eres realmente fuerte que peleaste con todo tu ser contra los villanos.

—¡Mierda deja de joder o morirás!

—Si lo lamento —empezó a caminar hacia la puerta— el llavero lo hice yo misma, si no te gusta puedes tirarlo. Descansa Bakuguo-kun

Bakugo solo la vio irse, pensaba que era tan amable que pese a no hablarse ella fue adecirle todo eso.
El no tiro el llavero, lo dejo en un cajón donde conservaba la chamarra de ella que uso como distracción en su encuentro.

A la mañana siguiente en el salón Bakuguo busco con la mirada a Ochacko y al verla ella le sonrió tan amable que el frunció el ceño y fue a su lugar a sentarse.
Kirishima trato de no reír cuando vio a su amigo sonrojarse con ese rostro molesto.

"¿Hasta cuando seguirá así amigo?" Se preguntó mentalmente.

💫💥

—¡Dolió! —se quejo Mina.

—Lo siento, lo siento ¿Estas bien?

Ochacko se había acercado a ella ayudando la a levantarse, aun que estaba preocupada estaba feliz y orgullosa de podría decir.
Se le daba bien técnicas de combate.

—Eso fue increíble ¡Pero dolió mucho!

—Lo lamento Mina, gracias por ofrecerte a entrenar conmigo —Le sonrio amable Ochacko. —¿Te lastimaste mucho?

—Estoy bien gracias, duele pero estoy bien

La pelirosa le había pedido un tiempo fuera para que su trasero dejara de doler.
Bakuguo quien miraba la escena curioso se burlo de Mina a sobarse el trasero.

"La cara redonda no se mueve mal"

Bakuguo salió del lugar de entrenamiento al igual que los demás, el tiempo de clases había terminado y quería bañarse y echarse a dormir un buen rato.

Errores (Kacchacko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora