Finesse 《Peter Parker y tú》©

7. Mordo.

Días después.
Pov ______________:

Mire con desafío a Michelle Jones, me miro de vuelta con la misma intensidad, ambas estábamos en un duelo de miradas por ver quién cedía primero.

—Eh, chicas... —Ned intervino con tono nervioso—, no es necesario que peleen...otra vez.

La morena parpadeó, reí con orgullo y entrecerró los ojos con rabia.

—Si, Ned tiene razón —apoyó Harry mientras tomaba mi brazo—. Vamos, ellos pueden ir en la camioneta.

Señaló el vehículo negro, mire a Harry con indignación. Estaba harta de ser la chica accesible, la que daba su brazo a torcer por otros.

Me liberé del agarre de Harry.

—Iré por mi lado —los mire con desdén y camine lejos.

Evadiendo mi furia con cada paso que daba. Últimamente Jones era un dolor de cabeza. De no ser porque no soy una impulsiva, quizá ya le habría tirado un par de mechones rizados.

Su amor por Parker era...raro.

Me cruce de brazos indignada, caminando entre las malezas, ignorando el camino en que mis pies me llevaban.

—Claro, Watson siempre debe ser la sombra, siempre debe de seguir las órdenes —alardeé con exasperación—. Estás destinada a casarte para ser ama de casa —repetí las palabras descerebradas de mi anterior jefe de periodismo—. ¡Patrañas!

Seguí caminando, con prisa y sin mirar a donde iba.

—Peter estaría burlándose de mi por enojarme de esta manera —recordé al castaño de mi mundo—. Estúpido Parker, ya te tardaste.

Saque mi celular, marque su número el cuál me sabía de memoria y lo lleve a mi oído.

Espere paciente, detuve mi paso para analizar mi alrededor, el bosque. Me gire sobre mis talones para suspirar frustrada.

—¿Si?

—¿Peter? —titubeé. Quizá me equivoque de número.

—¡Watson!, ¿estás bien?, ¿en qué parte del espacio-tiempo estás?

—¡Parker! —lloré—, quiero verte, volver...

—Lo sé, también quiero que vuelvas, estoy haciendo todo lo que está a mi alcance...

—Espera, ¿cómo es que estamos hablando...?

Mire al frente, un hombre de vestimenta verde oscuro estaba frente a mi, con su rostro a escasos centímetros del mío. Contuve un grito.

—Bú.

Grite como nunca lo había hecho, retrocedí asustada, estaba por correr pero choque contra él...otra vez.

—No puedes huir —negó con lentitud—, déjame presentarme —lanzó mi celular por el aire hasta que impacto en el pasto—. Soy Baron Mordo, el...responsable de que estés aquí —camino alrededor de mi—. Puedo regresarte a tu mundo.

—¿En serio? —pregunté con una pizca de ilusión.

Asintió y de nuevo estaba frente a mi.

—Si, pero necesito que me devuelvas lo que me pertenece —mantuvo sus brazos detrás de su espalda, mirándome con seriedad.

—¿Tu poder? —alzó una ceja—. He estado evitando usarlos, son una responsabilidad que no quiero ni necesito.

—Nos entendemos, niña —sonrió malicioso—. No tardaré.