10. Sentimientos.

239 28 15
                                    

Pov _____________:

Ya era el almuerzo y nosotros seguíamos en castigo, al parecer nos iban a dejar en castigo todo el día. Con una mueca me removí en mi asiento, un tanto incómoda.

—Hey —deje de mirar al frente cuando la suave voz de Peter me llamó—, ¿te sientes mejor? —los tres chicos que me acompañaban en el aula rodearon mi pupitre.

Peter se sentó frente a mí, Harry a la derecha y Flash a la izquierda. Por primera vez veo que Flash hace lo posible por llevar la fiesta en paz con Peter. Solo por mí.

—Si —respondí con tono bajo, no podía decirle mucho—. Gracias, por defenderme y ayudarme —miré a los tres alternativamente—, aunque eso les costó estar en castigo.

—Valió la pena —respondió Flash con una sonrisa—. Eres nuestra amiga, no íbamos a permitir que intentaran pasarse.

Sonreí con ternura.

—Son los mejores amigos que pude haber deseado —confesé con cierta vergüenza.

—Y tú eres la mejor amiga que nosotros podemos tener —Harry tomó mi mano y sonrió con ánimo.

—Sabes que puedes contar con nosotros, ¿cierto? —pregunto Peter, dedicándome una mirada un tanto profunda. Como si tratara de ver a través de mis ojos todo lo que ocultaba.

—Si, lo sé —asentí levemente.

Flash tomó mi otra mano, proporcionándome el consuelo que necesitaba. Harry y él sabían lo que ese llanto pudo significar, y me apoyaban. Son demasiado lindos

Toc, toc —dejamos de mirarnos. El rector (quién se había quedado dormido) se enderezó de golpe.

Abrí los ojos sorprendida.

—S-señor Stark —el hombre se puso de pie rápidamente. Anonado.

—Sí, he pasado con el director, tengo el permiso de cada uno de sus padres —nos señaló a los cuatro—. Osborn, Thompson, Watson y Parker vienen conmigo —el hombre arrogante y engreído se quito sus lentes oscuros—. Mocosos, tomen sus cosas.

Cada uno tomó sus cosas, excepto yo.

—Watson no puede irse —se anticipó el rector—, su padre no ha contestado las llama...

Ese era el gran lío que quise evitar. No tengo a nadie aquí, nadie que pueda rescatarme de un castigo escolar.

—Lamento no haber respondido —inmediatamente mire a la puerta, junto a Stark apareció él. Con un traje negro elegante, similar al de Stark—. Estaba en una junta pero aquí estoy, vine por mi hija.

Pude asegurar que Harry, Flash y Peter se desmayarian. Sus miradas de sorpresa se posaron sobre mi, anonadas y desconcertadas.

—S-señor Strange —el rector estaba peor que mis amigos—. N-no sabía que la señorita Watson era su hija.

—Ante la ley lo es —afirmó el hombre con un sarcasmo sutil—. Cariño, vámonos.

Los ojos claros de Strange me miraron fijamente, tomé mi mochila lentamente y salí del aula de castigo, acompañando a los cinco varones que se encontraban afuera del aula.

—¡Siga durmiendo! —canturreó Stark a la vez que se ponía los lentes y caminaba por el pasillo—. Y bien, ¿qué explicación hay?

Tony se adelantó con Peter, Harry y Flash. Strange y yo íbamos a paso lento.

—Gracias por hacerse pasar por mi padre —hable sin mirarlo—, sabía que no tener alguien aquí sería complicado.

—No es tu culpa, es mía —se anticipo a responder—. Creo que es justo que haga lo que sea por ti mientras resuelvo como regresarte a tu...universo.

Finesse 《Peter Parker y tú》©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora