Han pasado algunos meses desde que he publicado por última vez. Nunca doy explicaciones de mucho... Simplemente me desahogo. Como solo soy yo la que relee este diario, por las vistas que tiene, pues tampoco necesito dar más.
He vuelto solo para exteriorizar, en palabras, que siento que he perdido completamente mi persona. Ni me siento una persona creativa activamente, ni tengo ganas de hacer nada, nadie reconoce las cosas buenas que hago. Si se fijan en algo será siempre lo negativo. Si pongo una lavadora le buscan la vuelta para hacerlo ver cómo algo estúpido.
Creo que perder la esencia de uno mismo es una de las mayores catástrofes que le pueden ocurrir a una persona y más cuando no eres ignorante. Sino que plenamente consciente de ello. Te desgarra día tras día.
No sé ya si es que simplemente no cuajamos en la convivencia, porque se me está haciendo largo ya en estos 4 años. Una y otra vez.
Con Johan no siento esa presión, ni de hacerlo perfecto ni de forzar la convivencia. Simplemente cada uno hace lo suyo y ya mutuamente nos buscamos para hacer juntos las tareas del hogar. Juntos. Porque nos gusta y porque estamos muy emocionados de pasar tiempo juntos.
Y mira que lo intento, lo intento de verdad pero simplemente acabo drenada de energía y de negativismo y siempre acompañada de las echadas en cara de absolutamente todo.
Se me saca muchas veces las ganas de seguir viviendo, ya en general. Aunque este ya abiertamente con mi pareja.
Aunque esté trabajando y estudiando (en una carrera tan pesada como lo es la Arquitectura) al mismo tiempo.
Aunque intenté sacar adelante un emprendimiento, sin pedir más que comprensión y apoyo moral.
Me hunde cada día más estar con personas de mente cuadrada, que les gusta el mundo "normal", haciendo "lo que se tiene que hacer", con ambiciones que no van más allá de las palabras, superficiales y prejuiciosas.
No puedo, simplemente estoy muy drenada.
Y siento que no soy nada
Que no puedo hacer nada
Que no puedo decir nada
Ya no quiero estar así
Quiero dejar de existir últimamente.Siempre he pensado que me he roto el día que mis ideas para escribir dejaron de fluir. Dejé de leer, de imaginar mil mundos, de hacer guiones, me enfoqué en "estudiar una carrera", "trabajar duro", intentar cuajar en una cultura y en unas personas que en sí jamás calificaría de malas, pero con las que llanamente no ocurre la chispa de la convivencia. Y no estoy hablando de mis padres. No.
Quizás hayan más adultos-
adolescentes de veintidós años que se sientan igual que yo. No lo sé. Yo estoy solamente muy cansada.