CAP 4 - UNA NARNIA DISTINTA

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El joven se despierta sobresaltado y confundido, en un lugar completamente desconocido para él, se sienta con cuidado en la cama y nota que la cabeza le duele, aunque no es nada que no pueda soportar.

Después de ver de un lado para otro la pequeña habitación en donde se encuentra, los recuerdos recientes empiezan a hacer acto de presencia en su mente: Él huyendo al bosque de los soldados de Miraz, recuerda el feo golpe que se dio en la cabeza al caer del caballo, recuerda haber sonado el cuerno que su profesor le dio solo para emergencias, aunque esa, creía él, calificaba como una, y finalmente recordaba haber sido golpeado...Por un enano.

El chico empieza a oír voces de la habitación contigua:

-Solo es un muchacho-escuchó a uno

-Es un Telmarino, no un cachorrito perdido-dijo el otro.

El chico se estiró para ver quiénes eran los que hablaban y se asustó al saber que eran el enano de antes y un animal parlante.

-No puedo matarlo ahora- dijo el animal -le vendé la cabeza, sería como matar a un invitado.

-¿y cómo crees que sus amigos tratan a los suyos? - le pregunto el enano.

-El conocía todos los riesgos .

El chico salió corriendo de su escondite, y el enano rápidamente agarro su espada y lo apuntó, el príncipe agarró lo primero que vio, que en ese caso fue una vara de hierro que se encontraba cerca de la chimenea; empezaron a chocar los ambos materiales y quedaron apuntándose

- Te dije que nos decidiéramos de él antes de que fuera tarde - le reclamo el enano al tejón.

-Ya sabes por qué no lo hice - le respondió el otro

-Si vais a votar, apoyo a tu amigo - dijo el chico.

-Nos ha descubierto, no podemos dejarlo ir - dijo el enano apuntando con la espada al chico que se encontraba sentado en el suelo a punto de caer.

-Dije que ya, Nikabrik-le dijo el tejón al enano nombrado Nikabrik - o me vuelvo a sentar en tu cabeza ¿eso quieres? - de a poco Nikabrik bajo la espada - y tú, mira lo que me has hecho hacer - le dijo al joven ya que había tirado un plato con comida al suelo - pasé toda la mañana cocinando para que... - y continuo hablando en voz cada vez más baja.

-Y... ¿Qué eres?-le pregunto el príncipe.

-Sabes... es gracioso que hagas esa pregunta-le respondió el tejón - supongo que no conoces a un tejón cuando lo ves.

-No, la verdad es que... sois Narnianos, se supone que estáis extintos - les explico el chico.

-Siento decepcionarte - le respondió Nikabrik.

- ¿Desde cuándo albergamos soldados telmarinos? – preguntó Nikabrik.

- No soy un soldado, soy el Príncipe Caspian IX – dijo el chico de nombre Caspian.

- ¿Y qué estás haciendo aquí? – le preguntó el tejón.

- Estoy huyendo, mi tío siempre quiso mi trono, supongo que me dejó vivir hasta ahora porque no tenía heredero propio – Caspian dejó la vara de hierro dónde la encontró.

- Pues eso cambia las cosas – dijo el tejón.

- Sí – dijo Nikabrik – ahora asesinarte no será nuestro problema.

- Tienes razón – dijo Caspian cogiendo sus cosas.

- ¿A dónde piensas ir? – le preguntó preocupado el tejón.

- Mi tío no se rendirá hasta verme muerto – respondió Caspian.

- Pero no puedes irte. ¿Sabes qué es esto? - le dijo el tejón enseñándole a Caspian el cuerno.

El Príncipe Caspian (peter y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora