—Así que... te acostaste con un doctor y ahora estás enamorado de él.
—Nunca dije que estuviera enamorado.
—Solo mira tu cara cada vez que hablas del "doctor Gordon".
Dijo Amanda juntando sus manos para apoyarlas en su mejilla mientras pestañeaba varias veces. Adam miraba ansiosamente la taza de café en sus manos, intentando encontrar las palabras adecuadas para seguir compartiendo su pesada carga con su mejor amiga. La incertidumbre se reflejaba en su rostro mientras la confesión se cocía lentamente en su mente.
—Entonces ¿eres bisexual o completamente gay?
—¡No lo sé! Ni siquiera sé lo que es él y tampoco importa ahora. Ya no vamos a vernos más.
—Mira Little Bee, estoy segura de que tienes tus razones para haber llegado a ese punto, aunque sé que fue un error de ambos, pero... Suena como si enserio te hubiera gustado.
—....Esto es lo peor de todo. Esto no debería haber pasado. Nunca planeé acostarme con él, mucho menos con alguien que ya está casado.
Adam actuaba realmente desilusionado, Amanda reflexionó sobre la situación antes de responderle.
—Adam, te conozco mejor que nadie, y que te haya gustado ese hombre no fue un capricho o un arrebato de razón. Has cometido un error, sí, pero nadie es perfecto. La verdadera pregunta es: ¿qué vas a hacer al respecto?
—Nada, absolutamente nada, él eligió y elegirá siempre a su familia.
—Que lástima, me gustan las historias de amor prohibido.
Dijo la castaña en una risa, pero Adam no parecía tener la misma gracia. Había cruzado una línea peligrosa y sin quererlo había caído en las garras de algo parecido al querer, y a pesar de que sus sentimientos eran buenos es por eso que concordó que lo mejor sería no ir más lejos. No quería causarle problemas, no soportaría recibir más rechazo.
—Recuerda que no tienes que pasar por esto solo. Estoy aquí para apoyarte en cada paso del camino.
El joven se acercó a la chica y recostó su cabeza en su hombro dejando que ella lo abrazara, tener a Amanda ha sido un ancla perfecta en su vida así que el fotógrafo encontró en ella el apoyo y la comprensión que tanto necesitaba. La confesión de sus errores lo hizo sentir vulnerable, pero sabía que tenía que enfrentar las consecuencias por igual. La amistad inquebrantable de Amanda era una roca en la que podía sostenerse mientras intentaba olvidar su sentir y encontrar su camino de vuelta a lo de antes.
—Oye, ¿quieres que vayamos a comprar helado para que pueda contarte con quién se ha quedado flechado Mark?
Adam levantó la cabeza de su hombro para ver la malévola sonrisa de la contraria con ojos expectantes.
Las semanas pasaron y el sábado se habían cumplido dos desde que Adam y Lawrence se vieron por última vez. El sonido del despertador llenó la habitación, apagándolo justo a tiempo para que Ali no se despertara. Aunque Gordon anhelaba poder dormir un poco más, la emoción de ese día especial no le dejaba conciliar el sueño. Hoy, finalmente, tendría un día libre en el trabajo, un día para pasarlo con su adorada hija.
Después de una ducha rápida y una taza de café para recobrar fuerzas, Lawrence se asomó por la puerta de la habitación de Diana, la niña yacía en su cama con su peluche favorito aferrándose con cariño. Su carita angelical aún estaba llena de sueño, y la mirada soñolienta se iluminó cuando vio a su padre en la puerta.
—Papá, ¿ya es el día libre?
Preguntó Diana con una sonrisa mientras saltaba de la cama hacia él. La pequeña llevaba semanas esperando este día con ansias.
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Tears Don't Fall [Chainshipping]
أدب الهواةLa vida del doctor Lawrence Gordon se ha consumido completamente por la rutina, a pesar de tener una maravillosa esposa, una hija cariñosa y ser uno de los mejores oncólogos del estado, ni siquiera su trabajo parece brindarle alegría alguna en su vi...