Tears Don't Fall [Chainshipping]

11-¿Puede alguien ayudarme a hacer las cosas mejor?

A lo largo de estos meses, que si le preguntaban diría que parecieron años, había vivido una doble vida que lo había llevado a un punto crítico. No podía seguir así. La conciencia le decía constantemente todo lo malo que había hecho, cada mentira, cada pensamiento fugaz sobre Adam. Y finalmente, decidió que era hora de enfrentar la verdad, por dolorosa que fuera.

Esa noche después del trabajo, el doctor fue en dirección al departamento de su amante mirando con sentimiento cada rincón de ese lugar que fue testigo de su presencia varias veces. Había decidido encontrarse con el chico ahí porque podían estar completamente solos. Era un sitio donde habían compartido momentos apasionados, pero esta ocasión sería diferente. Cuando Adam abrió la puerta y lo dejó pasar, sus ojos se encontraron en un silencio que lo decía todo. La complicidad que habían compartido durante tanto tiempo ahora estaba teñida de preocupación. Lawrence, con voz entrecortada, comenzó a hablar.

—Debo decirte algo, Bug.

—¿Qué pasa? Estás actuando de manera extraña.

El rubio tragó saliva y suspiró profundamente buscando el coraje para decirle las cosas que realmente no quería.

—No podemos seguir así. Esto me está matando.

—¿A qué te refieres?

—Adam, te amo, mucho más de lo que jamás he amado a nadie, y de verdad hubiera querido que esto siguiera hasta donde pudiera. Pero no puedo seguir engañando a Alison. No puedo seguir con esta doble vida en la que mi hija también sufre.

Las lágrimas se acumularon en los ojos del fotógrafo mientras escuchaba las palabras que tanto temía. Lo entendía, pero su parte más egoísta se rehusaba a perder al hombre que hacía que su vida fuera más feliz. Sin embargo Lawrence ya había llegado al punto de quiebre. El peso que tenía sobre él ya lo había aplastado.

—Pero... ¿qué pasa con nosotros? No puedes simplemente abandonarme.

—Entiende que esto no es fácil para mí, Adam.

—Yo también tengo sentimientos ¿sabes?, No puedo simplemente olvidar lo que pasamos.

—Lo sé, y lamento lastimarte de esta manera. Pero no sé que más hacer.

—Por favor, déjame estar contigo...

—Adam.

—No me importa si es a escondidas, no me importa ser tu secreto, solo te quiero a ti...

—No, no podemos hacer eso. No puedo destruirte así.

—Entonces, ¿esto es lo que soy para ti? ¿Solo un error que quieres borrar de tu vida?

—No eres un error. Eres alguien a quien amo, pero...

—Entonces, ¿por qué haces esto? ¿Por qué dejas que tu esposa evite que me ames? ¡Dijiste que ya no la amabas!

—Tengo que ser honesto, Adam. No puedo seguir mintiendo cada vez que Ali y yo discutimos, se vuelve más difícil cada vez que encuentra razones para decir que algo está mal conmigo. Sabes que esto lo hago por Diana.

—Por favor... no...

—Significa que debemos dejar de vernos, Bug. Tenemos que poner fin a esto.

El rubio continuó hablando, con voz temblorosa. Ambos merecían la oportunidad de encontrar un amor mejor, aunque eso significara separarse.

—No quiero perderte, Lawrence.

—Es lo mejor para ambos.

Adam se tiró al hombre envolviendo sus brazos en el cuello del rubio, abrazándolo y uniendo sus labios en una manera desesperada de hacerlo cambiar de opinión.