Larry invitó a Adam a hacer una escapada especial, el doctor se esforzó lo suficiente para acabar con todo el trabajo acumulado y así pudo obtener una tarde libre. Estaban dispuestos a viajar lejos de la ciudad para pasarla juntos en un lugar donde nadie los conociera. Su amor se estaba convirtiendo en algo intenso y apasionado, y eso era un problema para tratar de mantener su relación en secreto. El destino elegido era un pequeño pueblo costero que había sido famoso en los años 70 y que todavía conservaba ese encanto retro. Lawrence quería experimentar una verdadera cita al estilo de esa época, y aunque Adam no estaba muy convencido de eso aceptó pues al doctor parecía hacerle feliz la idea. Encontraron un restaurante ambientado en el año, con muebles vintage, luces de neón y una pista de baile de baldosas de ajedrez en blanco y negro.Llegaron en el auto del doctor alrededor de las 4:33 de la tarde, el fotógrafo llevaba una camiseta a cuadros bastante ancha encima de una camiseta de franela blanca, jeans y zapatillas deportivas. Mientras que Larry vestía uno de sus usuales pantalones de vestir, corbata y una camisa azul que hacía resaltar sus ojos. El viaje de camino al pueblo fue entretenido, con paisajes cambiantes que les hicieron sentir que estaban en una aventura. Al llegar, caminaron juntos por calles adoquinadas bordeadas de casas con encanto colorido. El castaño no creía que allí vivieran personas de no menos de 25 años, pero le sorprendió la cantidad de jóvenes que venían de visita a igual que ellos solo porque eran fanáticos del estilo.
Finalmente, llegaron al viejo restaurante, al entrar quedaron asombrados por la decoración. Las paredes estaban cubiertas de vinilos y posters de artistas icónicos de la década, se sentaron en una mesa cerca de la ventana, que tenía una vista impresionante del mar. La brisa salada y el sonido de las olas rompiendo en la costa crearon un ambiente romántico.
—Sabes, este lugar me recuerda a ti.
—¿Ah sí? ¿Es por el toque clásico y elegante?
—No, porque es viejo.
El castaño rió y Gordon enserio quería enojarse con él, pero era imposible cuando el chico tomó sus manos para besarlas y dejar su frente apoyadas en ellas susurrando disculpas entre carcajadas.
—Esas bromas van a salirte caras.
—¿Cuál es el precio a pagar, Doc?
—No hace falta decírtelo.
La sonrisa pícara del castaño se asomó y su cara volvió a tomar color, sin importarle que los demás presentes pudieran verlos se inclinó hacia adelante y besó los labios del rubio. Al separarse notó la cara nostálgica de Lawrence, era una mezcla de tristeza, añoranza y tranquilidad.
—¿Estás bien, Larry?
—Claro, muy bien, solo... es tan distinto disfrutar las simples cosas de la vida contigo.
—¿Y eso es bueno?
—Es más que bueno. Me siento muy feliz, perdón por traerla a la conversación ahora pero es imposible no hacer la comparación.
Adam negó levemente con la cabeza y llevó una de sus manos a la mejilla del doctor para acariciarla.
—La chispa entre Ali y yo se desvaneció hace meses, o años quizás. Estamos por ahora en un acuerdo mutuo en permanecer juntos por Diana, pero ella se está dando cuenta de lo lejos que estamos, simplemente no tiene sentido fingir ser una familia, y para ella será difícil.
Adam asintió esta vez, tratando de mostrar un poco de apoyo mientras Lawrence continuaba.
—El trabajo ha sido estresante. Todos se compadecen de mí por las responsabilidades que voluntariamente cargo en mis hombros y me siento patético. Porque en lo único que pensaba de forma egoísta es en mi vida como si todo fuera un desperdicio. Que probablemente esté mejor muerto.
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Tears Don't Fall [Chainshipping]
FanficLa vida del doctor Lawrence Gordon se ha consumido completamente por la rutina, a pesar de tener una maravillosa esposa, una hija cariñosa y ser uno de los mejores oncólogos del estado, ni siquiera su trabajo parece brindarle alegría alguna en su vi...