Capítulo VI

186 28 1
                                    

Aclarando las cosas

Habían pasado dos semanas desde que no hablaba con Fleur y siempre que trataba de hacerlo estaba con sus amigas o me ignoraba.

Además, hace unos días anunciaron que se llevaría a cabo el baile de navidad por ser tradición en el torneo, con eso intentar hablar con Fleur se volvió imposible pues cada nada, manadas de estudiantes de las distintas escuelas la abordaban y no la dejaban en paz, era frustrante por no decir molesto.

-Parece que vas a hacerle un hoyo en la cabeza a ese pobre chico-. Dice Theo con diversión.

-Es el décimo imbécil que le pregunta si quiere ir a baile y tanto solo han pasado cinco minutos desde que entró al comedor-.

-¿Te molesta Eli?-.

-Basta Theo, está lo bastante estresada cómo para seguir escuchando tus bromas-.

-Oh vamos es la verdad, mírala se está conteniendo de ir a golpear a ese chico-.

-Theodore te lo advierto no sig-.

Antes de que Daphne pudiera terminar de hablar un carraspeó la interrumpió.

-Hola Mía-.

Quito mi mirada de Fleur y el imbécil de Davies y la dirigió hacia Erick Fawley quien tiene una sonrisa en su rostro.

-Hola Erick-.

Su sonrisa se ensancha y lo siguiente que dice me deja momentáneamente sorprendida.

-Me preguntaba si te gustaría ir al baile conmigo, soy un gran bailarín. ¿Qué dices?-.

Mi mirada se dirige nuevamente a Fleur y veo como ríe con Davies así que por impulsó aceptó la oferta de Erick.

-Claro-.

-Maravilloso, podemos hablar de los detalles luego. Te veo por ahí-. Y dicho eso se va no sin antes darme un guiño.

-¿Acabas de aceptar ir con Erick Fawley al baile?, no puedo creerlo-.

-¿Qué, por qué?-.

-También estoy algo impresionada Eli, Erick Fawley se caracteriza por ser el típico sangre pura que todas quieren-.

-Si, el tipo coquetea con todas, incluso casi le pregunta a Daphne si quería ir con él al baile pero por supuesto llegue antes y le dije se apartará-.

-Creo que a todos les quedó claro que iré contigo al baile Thedore, creo que más bien me iba a preguntar si Mía ya tenía pareja-.

-Okey pero, no veo el problema de que vaya con él, no es como si le haya aceptado una propuesta de matrimonio-.

-Esta bien, pero si se pone pesado a querer otra cosa no dudes en decírnoslo. Cambiando de tema, cuando vas a hablar con la francesita han pasado semanas, me recuerdan a como eran antes de presentarse, acostándose mutuamente-.

-No sé de qué hablas, ni siquiera me da una mirada y ya dejó bastante claro que me está ignorando-.

-Pues yo solo digo lo que veo, a lo que quiero llegar es que deberías hablar con ella-.

-Lo sé y lo he intentado pero parece que el universo conspira contra mi porque no logro encontrar el momento perfecto-.

-Si sigues esperando nunca será el momento perfecto Mía-. Dice Daphne dándome una sonrisa suave.

Suspiró y asiento lentamente, con eso damos por terminada la conversación y seguimos con nuestro desayuno.



El baile fue ayer y aunque se supone que debería de estar durmiendo porque ciertamente me trasnoche, no pude hacerlo así que decidí venir al lago negro.

Anoche no estuvo tan mal, Erick es un buen bailarín y nos entendimos bastante bien, solo que el ver a Fleur llegar del brazo de Roger Davies no me sentó nada bien, sé que es bastante estúpido dado que ella es libre de elegir pero no pude evitar pensar que se hubiera mirado mejor de mi brazo y que ciertamente la hubiera escuchado hablar en lugar de estar babeando por ella.

Salgo de mis pensamientos cuando escucho como alguien se acerca.

Se trata de la misma chica por la que no he podido dormir estas semanas, parece que el universo no está tan en mi contra como esperaba.

Ninguna sabe que hacer o decir así que decido romper el silencio incómodo que se estaba empezando a formar.

-Hola-. Digo algo insegura

-Hola-. Y vaya que ese “Hola” dolió, lo dijo tan fríamente que pensé que luego de eso se iría pero siguió ahí esperando alguna otra interacción así que rápidamente agregue.

-Hace un tiempo que no hablamos, ¿cómo estás?-.

Veo como su rostro pasa de uno frío a uno molesto y sé que la he cagado.

-Me ignoras y luego vienes a decirme que hace tiempo que no hablamos, ¿es en serio?-.

-¿Qué yo te ignoraba?, ¡Tú eras la que pasaba de mi!-.

-¡Moi!, desde lo que público esa mujer Skeeter me empezaste a ignorar, fue como si te avergonzara que te hayan emparejado conmigo y lo noté desde antes. El día de la primera prueba tan pronto como llegaron tus amigos te separaste de mí y cuando trataron de ser amigables pusiste una pésima excusa y te fuiste, me dijiste que no te importaba que fuera en parte Veela y tontamente creí en tus palabras.

Fleur iba a dar media vuelta pero antes de se fuera la cogí suavemente del brazo y le dije con total sinceridad.

-No te mentí Fleur, no me importa que seas parte Veela ni mucho menos me avergonzó que Skeeter nos emparejara, el día de la primera prueba si puse una excusa nada creíble pero no fue para escapar de ti ni porque sintiera vergüenza, fue porque mi tío Sirius estaba ahí y creo que debes estar familiarizada con el y lo que pasó, solo no quería hablar con el, sería una completa imbécil si sintiera vergüenza por ti.

Tomo un suspiro tembloroso y continuo. -No te estaba ignorando, creí que tú lo hacías y tenias todo el derecho de hacerlo por eso los primeros días no me acerque a ti pero luego si lo intente pero siempre estabas rodeada de gente o con el imbécil de Davies. Pase noches sin poder dormir pensando en cómo poder hablarte pero nunca llegaba a nada-.

Cuando por fin termino mi discurso Fleur me observa intensamente y espero ansiosa por su respuesta pero no llega y estoy apunto de volver a disculparme cuando siento como su cuerpo impacta contra el mío y perdiendo el equilibrio caemos al frio pasto.

Nos quedamos en esa posición un rato hasta que siento como Fleur se acomoda mejor y dice en voz baja.

-Lo siento-.

-Tu no tienes la culpa de nada, yo fui la que dio a entender las cosas mal-.

-Igual quiero disculparme por gritarte hace un momento-.

-De acuerdo, ¿eso significa que ya estamos bien?-.

Levanta su cabeza de mi pecho y asiente con una sonrisa nos quedamos mirando un rato cuando notó que también tiene un rastro de ojeras y exclamó con algo de diversión.

-Parece que no fui la única que la paso mal en las noches-.

-Estas en lo correcto, en realidad no podía dormir y decidí dar un paseo por aquí y creo que tú también-.

Asiento y nos levantamos, le digo que la acompañaré de vuelta al carruaje ya que estamos cerca y cuando llegamos no sé exactamente cómo despedirme.

-Aún es bastante temprano y todavía faltan algunas horas para que sirvan el desayuno, ¿te gustaría entrar?-.

-¿No te meterás en problemas al dejarme entrar?-.

-No lo creo, además Madame Máxime no se enterará-.

Y dicho esto me adentro al carruaje de Beauxbatons.

Mon étoileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora