Mon étoile

Capítulo VII

Mía está nerviosa

Lo primero que enfocan mis ojos son las paredes azul claro y sé que hay algo raro pero en mi estado de somnolencia no logro captar qué.

Lo segundo que siento es un peso encima de mí.

¿Un peso encima de mí?. ¡Un peso encima de mí!.

Cuando por fin logro despertar del todo se aclaran mejor las cosas y rápidamente me doy cuenta que no estoy en mi habitación, aún es de día y efectivamente tengo a alguien encima de mí. Hago memoria y sé que fui a despejarme al lago negro luego hable con Fleur quien me invitó al carruaje, me mostró su habitación y me explicó que al ser campeona la tiene para ella sola, luego nos acomodamos en la cama y me contó sobre un libro que estaba leyendo y nos quedamos dormidas.

¡Nos quedamos dormidas!.

Fleur está dormida casi qué por completo en mi cuerpo y analizando la situación llegó al análisis de que estoy nerviosa. Joder Fleur Delacour me tiene como almohada, ¿Y si llega a entrar alguien?, ¿Y si por estar aquí la meto en problemas?.

Salgo de mi pequeña crisis nerviosa cuando siento como Fleur se remueve y empieza a despertar, así que me quedo lo más quieta posible.

-Estas tensa, pareces estatua. Deja de pensar tanto, Madame Máxime está con el guardabosques de tu escuela y no volverá hasta la cena y puse protecciones, nadie entrará a menos que sea Gabrielle-.

-Lo siento. No fue mi intención despertarte-.

-No te disculpes, igual ya es un poco tarde y tal parece nos perdimos el desayuno-.

Dicho eso, levanta su cabeza de mi pecho y con una sonrisa que no debería quitarme el aliento pero aún así lo hace, dice.

-Bonjour-.

-Ciao-.

-Es la primera vez que te escucho hablar italiano, me gusta-.

Lo único que logro articular es una risa nerviosa porque demonios, tener a una rubia deslumbrante encima que te saludé luego de haber tomado una siesta con un francés ronco y qué, además, te diga que le gusta tu acento nativo definitivamente te deja papilla, si no estuviera acostada ciertamente tendría mis piernas temblorosas.

Antes de que alguna pueda volver a decir algo la puerta se abre de golpe y entra una pequeña rubia sonriente exclamando que es hora del almuerzo.

-Fleur, se hace tarde. Date prisa-.

Cuando se percata de mi presencia me burlaría de su carita sorprendida pero cuando pasa a una pícara me hundo más en las sábanas y empiezo a rezarle a Merlín que no vaya a malinterpretar la situación.

-¡Eli!, lo sabía tu y Fleur son como maman y papa-.

Miro a Fleur y está tan roja como un tomate aunque ciertamente sé que no me debo de quedar atrás.

-Gabby, Mía y yo no somos como mamá y papá-.

-Claro que si, hacen todo lo que suelen hacer ellos, hasta duermen juntas pero está bien Eli me agrada, no como el que te invitó al baile, es desagradable. Fleur tengo hambre date prisa, tú también Eli-.
Y dicho eso sale de la habitación tan rápido como entro, nos quedamos un momento en silencio sin saber cómo proseguir hasta que Fleur se levanta y con un movimiento de varita queda impecable, copeo su acción y hacemos caso omiso a lo que pasó momentos antes.

Nos dirigimos al comedor y en la entrada Gabby echa a correr hacia la mesa de Ravenclaw, antes de entrar por completo decido tomar del brazo a Fleur y asegurarme una última vez de que estamos bien.

-Entonces… ¿Todo bien?-.

-Todo bien, ¿Podemos volver a reunirnos?-.

-Me encantaría-.

-Bon, nos vemos luego-. Y con eso me da un suave beso peligrosamente cerca de la comisura de mis labios y entra al comedor.

Me quedo parada unos segundos hasta que reaccionó y también me adentro al comedor donde inmediatamente se escuchan las típicas risas y charlas.

-¿Dónde estabas? Fui a verte a tu habitación pero estaba vacía-.

-Creímos que el calamar gigante había entrado y te había raptado, nos tenías preocupados-.

-Lo siento, estaba con Fleur. Hablamos y ya estamos bien-.

-Ya decía yo que la francesita había entrado muy feliz y supongo que con razones, esa charla tuvo que haber salido más que bien-.

-Quita esa cara, no sé de lo que hablas, solo aclaramos las cosas y todo se solucionó-.

-Si tú lo dices. Por cierto, un cuervo está tratando de bajarte a tu rubia-.
Inmediatamente miro hacia la mesa azul y efectivamente, el imbécil de Davies anda muy pegajoso con Fleur y ese desagradable ardor en mi estómago se hace presente.

-Tranquila Mía, no vayas a matarlo con la mirada que le estás dando-.

-Disimula un poco Eli, Daphne tiene razón, no vayas a hacerle un hoyo accidental con magia en su cabeza -.

-No hay nada que disimular, ella es libre de hablar con quien quiera, aunque sean idiotas como Davies-.

Dicho eso doy por terminada la conversación, sé que fui algo tajante y que ellos no tienen la culpa pero no puedo evitarlo, tan solo con ver cómo ese imbécil le habla o la mira tan asquerosamente me dan ganas de golpear todo.

No qué ella podía hablar con quien quiera.

Cállate.

Solo decía.

Estoy apretando tan fuerte el tenedor que mis nudillos se vuelven blancos. Davies tiene el descaro de rodear sus hombros con su brazo e invadir su espacio personal, eso hasta que la rubia lo aparta no tan suavemente.

Nuestras miradas se encuentran y sus rasgos se suavizan, me da una sonrisa ladina para luego entablar una conversación con Cho Chang.

Ante el gesto mi cuerpo se relaja y me alarmó porque no es normal que esta rubia me haga sentir todo esto en tan poco tiempo.

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holaa

Capítulo corto porque ya entre nuevamente al colegio y me abordaron con tareas.

Cómo dije unos capítulos atrás, ya nuevamente en el colegio no aseguro capítulos diarios tons perdón 😿

Y nada, tomen agua y cuídense. Bye 🕴️