Capítulo XIII

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Luz en la oscuridad

-El profesor Dumbledore te quiere ver en su oficina-.

Observo el pálido rostro de Potter y lo cansada que se escucha su voz al pronunciar aquello, me da un poco de pesar, es solo un niño y ha pasado por mucho.

Parece que Voldemort está más loco de lo que aparenta, enviar a sus seguidores a matar a los padres de unos bebés y disfrutar ver su dolor no es cosa de humanos. No sabe lo que puede causar con aquello.

Con un asentimiento y un suave “Okey” veo como Potter se aleja.

El 24 de junio de 1995 se desató el inicio de lo que sería la segunda guerra mágica y con eso el miedo y la negación de la comunidad mágica sobre el regreso de Voldemort.

La mayoría tachaba a Potter de mentiroso y otros pocos le creíamos.

Nunca fui ajena a la posibilidad de que ese lunático regresará pero aún tenía la tonta esperanza  de que no lo hiciera y de que por fin pudiéramos vivir tranquilos.

Lastima que no fuera así.

Rumbo a la oficina de Dumbledore veo como las escuelas visitantes se despiden de los amigos que hicieron en Hogwarts e inmediatamente pienso en Fleur.

Los últimos dos días no hemos podido vernos pues su directora a hecho de todo para que sus estudiantes no salgan del carruaje si no es estrictamente necesario, como todos tiene miedo.

Tuvimos suerte la primera semana después de que pasara lo ocurrido, todos estaban ocupados y atentos luego de que se diera a conocer la verdadera identidad de Moody o más bien Barty Crouch Júnior. Pudimos pasar la semana entera juntas y eso era gratificante pues era un tipo de consuelo para ambas, pero luego de que todo se “calmara” Madame Máxime encerró a todos sus estudiantes en el carruaje y aunque Fleur tratará de escabullirse no podía.

Tocó la puerta de la oficina de Dumbledore e inmediatamente escucho un suave “Pase” seguido de las puertas abriéndose.

-Mia, me alegro que hayas podido venir. Me gustaría discutir algunas cosas contigo-.

Curiosa y algo fuera de lugar tomo asiento, por qué querría hablar Dumbledore conmigo.

-Estas por terminar Hogwarts y ya eres mayor de edad a los ojos del ministerio, por lo que ya no será un problema que uses magia fuera de aquí-.

-No entiendo a qué quiere llegar director-.

-A lo que quiero llegar Mía, es que ya eres capaz de tomar decisiones y eres consciente del regreso de Lord Voldemort y quiero que te unas a la Orden del Fénix-.

Perpleja y con la garganta repentinamente seca no sé cómo responder a aquello.

Sé de la dichosa Orden del Fénix gracias a mi abuelo, fue fundada por Dumbledore y peleó en la primera guerra mágica contra Voldemort pero lo último que supe fue que se desintegró o bueno tal parece que hasta ahora.

-Sé que debes tener muchas preguntas pero puedo asegurarte no solo la seguridad de tu abuelo sino también la de la señorita Delacour-.

Me tenso y con más brusquedad de la que me hubiera gustado exclamó.

-¿Qué tiene que ver Fleur en esto?-.

-Tuve una pequeña charla con la señorita Delacour y está dispuesta a unirse a la Orden si tú lo haces y claro, si con eso estás a salvo-.

Siento como la temperatura de la habitación empieza a bajar y cómo la magia empieza a hacer acto de presencia en mi cuerpo, molesta exclamó.

-Me niego. No voy a permitir que Fleur sea participé de esto y si eso significa dejar Inglaterra lo haré, está es una guerra que ella no debe pelear-.

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