CAPITULO 18 "Las marcas en tu cuerpo"

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El viento se lo llevó, como un suspiro helado de desamor.

¿Que tanto tendrás que sufrir para ser feliz? Acaso... ¿Te mereces la felicidad?



Recorrí cada rincón, cada parte, cada centímetro de tu sucio y usado cuerpo. Pero sigo sin estar satisfecho ¿Porque?

Hueles tan bien, siendo solo un Alfa mediocre sin nada especial. Si no fuera porque tus lágrimas son interesantes debajo de mi, no tendría interés en ti.

No...

No es eso...

¿Porque no puedo sacarte de mi mente?

Galled apretó esos boletos en su mano, no dejaba de mirar la fuente de angeles en el Jardín de su mansión. Se sentía vacío, y solo.

Solo podía llenar este vacío con alcohol y sexo. No había otra manera, era lo que le habían enseñado ¿Cierto?

Era eso, era solo un juego.

Si su madre lo hubiera criado, y no lo hubiera separado de su hogar cuando era solo un niño ¿Sería alguien diferente? No... En la familia Urash, no había espacio para la fragilidad.

Si quería algo, podía tenerlo, pero pagaría un precio.

Una sonrisa se mostró en la cara de Galled, pensando para su mismo. Las llamadas de su prometido le tenían harto. No era que no le gustara, simplemente ya no sentía lo mismo. O tal vez... Nunca sintió algo por alguien.

...

Las luces de las lámparas de aquella jardinera los iluminaban. El viento era tan fuerte que las hojas de otoño volaban por todos lados.

- Vaya, parece que realmente el cielo está enojado.

Evan extendió su mano, mientras su cabello le cubría los ojos. - Gracias, no sé de que forma lo hubiera recuperado.

- No te preocupes, justo pasaba por aquí, que coincidencia.

El hermoso hombre fijó su mirada en aquel pañuelo, riéndose un poco. - Es bastante llamativo, te gustan las cosas lindas.

Evan retrocedió avergonzado. - No no es mío, es prestado... De cualquier forma Gracias.

El aire no le dejaba mirar muy bien, lo cual le sorprendió cuando ese hombre se acercó a él. (...)

Era bastante alto, tal vez unos 5 centímetros más alto que él. Por lo cual Evan de inmediato supo que estaba hablando con un Alfa, y a juzgar por su ropa y presencia, debía ser un Alfa Dominante.

- Aquí tienes, creí que era tuyo. A decir verdad es bastante lindo.

Ese hombre fijó su mirada en la bolsa que llevaba Evan pero no dijo nada.

Que lindo...

Evan estaba por despedirse, cuando un fuerte viento lo hizo cubrirse girando su cuerpo directo al hombre detrás suyo.

- Creo que debo irme, me he tardado bastante. Gracias por lo anterior.

Estaba por irse, cuando aquel hombre lo sostuvo de su mano.

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