18-cambio de planes

1K 51 5
                                    

—Sí Oscar, dije Meryl. Yo... Yo ya recuperé mis recuerdos.

—¡¿Qué?

—Sí, hace tiempo que recuerdo todo. Así que no me quiero ir de el lugar en donde están todas las personas que amo y que son tan importantes para mi.

—Entonces... tú... ¡Esto no puede ser! —se fue corriendo.

Eliza llamó a Meryl y a Manuel, ellos junto con Laysha la ayudaron a mover sus cosas luego de que pasaran unos días y Oscar no volviera al lugar en donde estuvieron viviendo por todo ese tiempo en el que Eliza no recordaba nada.

—Que bueno que ya estés en casa. Estaba tan preocupado de que te pasara algo, no quiero ni imaginarme por todo lo que tuviste que pasar luego de que ese maldito te secuestrara. No puedo perdonarme haber sido tan poco útil para ti en ese momento que tanto me habías necesitado. Prometo que nunca mas te dejare sola, lo juro.

—Tampoco lo digas como si el me hubiera obligado a algo. El jamás me tocó sin mi permiso, aun que yo no recordara nada nunca quiso obligarme.

—¡No lo defiendas! —Manuel estaba furioso —solo estás confundida, es que el te metió muchas cosas en la cabeza y ahora estás confundida. Duerme, que de ahora en adelante yo viviré aquí contigo para protegerte, y nunca dejaré que ese otro bastardo te ponga un dedo encima —intentó besar a Eliza pero ésta lo esquiva.

—Gracias, tienes razón mejor me voy a dormir, estoy algo cansada, hasta mañana.

Prácticamente la vida de Eliza había vuelto a la normalidad. Aunque no recordaba todo, los demás se encargaban de que ella se sintiera cómoda. Pero, a pesar de todo no podía evitar extrañar a Oscar, algo en ella no le permitía verlo como una mala persona debido a que el nunca la trató mal, y jamás la obligó a hacer algo en contra de su voluntad. Claro, entendía que todo lo que el había hecho era malo y también tenía en cuenta la persona tan peligrosa que era por sus crímenes, de los cuales ahora más que nunca estaba conciente. Pero a pesar de todo... lo quería y no quería que estuviera solo de nuevo.

—Bueno esto es todo por hoy, nos vemos mañana Meryl —dice saliendo de su trabajo.

—Sí, al fin. Nos vamos a casa.

—Sí, claro —salieron del lugar.

—En serio, no tienes por qué acompañarme a mi casa.

—No hay problema, después de lo que te pasó me he sentido muy mal, no puedo creer que hayas tenido que pasar por tanto. Como es que gente así puede vivir como si nada en nuestro entorno, esto es preocupante que tal si la próxima fuera yo, me moriría amiga.

—Por suerte para mi, no me tocó nadie violento. Oscar era realmente lindo conmigo, me trató como de su familia y nunca me hizo daño, en vez de eso me cuidó. No es que diga que secuestrarme fue la mejor de las maneras que tuvo para acercarse a mí, pero el jamás me obligó a nada. Así que no lo considero una experiencia tan traumatica.

—Eso solo lo dices porque perdiste la memoria y olvidaste la mayor parte de tu secuestro. Que hubiera pasado si no hubieras perdido tus recuerdos,

seguro que el te violaba y quien sabe cuantas cosas mas.

—Puede que tengas razón y también puede que nunca sepamos la respuesta a ese tipo de preguntas, porque jamás pasaron de ese modo.

Y así siguieron conversando por el camino entero hasta llegar a casa de Eliza en donde Meryl pidió un taxi para luego dirigirse a su casa.

***

La vida de Eliza siguió su curso normal y poco a poco los recuerdos que le faltaban fueron regresando a ella, sin embargo los momentos que pasó con Oscar no salían de su cabeza. Amaba a Manuel pero también, en lo profundo de su ser, sabía que amaba a Oscar.

Su corazon se encontraba dividido. Aunque en su mente sabía que era estúpido ver de una forma sentimental a alguien que la secuestró, apuñaló a su novio y suplantó su vida por una completamente diferente a la que era. Pero igual no podía evitar sentirse mal por Oscar.

Manuel se había dado cuenta de que ella estaba diferente, y lo único que podía pensar era que Eliza estaba totalmente traumatizada por lo que había pasado. En su mente Oscar le había hecho mil y una barbaries, cada una peor que la anterior y eso le hacia hervir la sangre y el no quería quedarse así.

Las cosas se complicaban mientras mas tiempo pasaba y Oscar aun no daba señales de vida, pero eso no seria para siempre.

Acosada [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora