15- ¿Quien eres?

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**Elizabeth**

Miedo...

Tengo miedo pero... ¿de qué?

¿Quién eres?

¿A quién buscas?

Tú... te conozco...

Manuel...

—Buenos días mi amor, ¿dormiste bien? —me saluda Oscar.

—Si, gracias...

—¿Qué te pasa?, te siento rara.

—No es nada, no te preocupes.

—Iré a hacer unas compras, hoy las cosas están algo peligrosas asi que te pido que no salgas, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

—Te amo —me da un beso en los labios.

—Te amo —le respondí correspondiendole al beso.

Oscar se cambió de ropa y se marchó de la casa.

—Ese sueño parecía muy real. Entonces... Ese chico de antes yo... yo lo conocía...

**Manuel**

—¿Qué haremos ahora? Al parecer ella no nos recuerda.

—No te preocupes, seguro hay una explicación —me tranquiliza Meryl.

—Yo tengo una, ella no quiere estar con Manuel y fingió no conocerlo —intervino Laysha.

—¡Ella no es así! Algo... algo muy malo debió haber pasado para que nos olvidara a todos...

—Tranquilo Manuel, que al menos sabemos que está viva y al menos no está encerrada en un cuarto oscuro siendo violada por ese maniaco —me dijo Meryl.

—Al menos hay algo bueno.

—No será que tuvo algún accidente y que por eso no los reconoció a ninguno, digo yo pues como dicen que ella no es así —opinó Laysha.

***

Desde el dia en que pudieron ver y hablar con Eliza, Manuel había estado completamente descontrolado. Iba casi a diario a aquel lugar y si alguna pandilla se le acercaba, solo repetía las palabras que le había dicho Eliza aquella vez.

—Maldito Óscar.

Al rato de ver a un chico algo mayor salir del edificio recibe una llamada.

—¿Aló... Eliza?

—Sí...

—¿Estás bien? ¿Te pasa algo? ¿Te hicieron algo?

—Sí, sí, estoy bien, ¿Cómo reconociste tan fácilmente mi voz?

—Porque jamás confundiría tu voz Eliza.

—Tu y yo nos conocemos de antes, ¿verdad?

—Sí, ¿ya me recuerdas? Dime que estas bien, por favor.

—Sí, estoy bien, ¿Podemos hablar? ¿Vernos en alguna parte?

Luego de un rato Elizabeth y Manuel quedaron de encontrarse en una cafetería, Meryl los acompañó.

—Hola, tu eres la chica que estabas con el antes.

—Si, soy yo... Meryl, ¿Acaso no has recordado nada?

—Entonces mi presentimiento es cierto, yo los conozco, ¿verdad?

—Y bastante bien que nos conoces Elizabeth —respondió Manuel.

—Creo que ya se lo que pasó, seguro yo engañaba a Oscar contigo y ella era quien nos reunia o algo asi.

—Exacto eso... ¡QUE! Claro que no.

—Mira, quizás en aquel momento no sé qué tenía en la cabeza para engañar a un hombre tan bueno como Oscar. Pero eso ya se acabó, ahora solo lo quiero a el y a nadie más.

—¿De verdad estás enamorada de el?

—Sí.

—De verdad eres feliz junto a el...

—Manuel no... —lo interrumpió Meryl.

—Déjala que responda, yo necesito saberlo.

—Soy muy feliz con Oscar, no me puedo quejar de nada con el.

—Está bien si eso es lo que quieres y sientes, lo que realmente importa es que seas feliz no importa si es a mi lado o no —lagrimas salen de sus ojos —solo recuerda que si un día las cosas van mal, siempre podrás contar conmigo. Llámame por cualquier cosa.

—Manuel esto es muy duro para ti, mejor vámonos. Tú Eliza, antes de sacar conclusiones mejor averigua bien tu pasado, pues lo que crees de ti no es tu vida.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Pregúntale a tu amado a ver que te responde.

Luego de esa charla Elizabeth quedó con un mal sabor de boca y un intrigante sentimiento de duda.

Que pasaría si todo lo que sabia de si misma era mentira y peor aún, qué pasaría si Oscar no es quien dijo ser.Y si fuese así, quien era Oscar exactamente, porque si de algo ella estaba segura es de que el la ama y que hasta ahora solo lo ha amado a él desde que despertó del hospital.

Su deseos por recuperar sus recuerdos son más fuertes pero, ¿debería decirle a Óscar ahora?

Preguntas sin respuesta que abarcan su mente. Lágrimas que no puede detener ruedan por sus mejillas al recordar el rostro dolido de aquel chico que al parecer también la amaba. Algo le dolió por dentro al verlo así, sintió un fuerte deseo de abrazarlo pero, ¿por qué? Si se supone que ella ama a Oscar ¿por qué quiere ver de nuevo a aquel chico?

Una punzada muy fuerte de dolor le da en la cabeza. Eliza se estrella en el piso, un tarro se cae y rompe en mil pedazos. Recuerdos regresan a ella, el dolor es insoportable. Elizabeth queda inconsciente.

Acosada [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora