LittleBird (Game of Thrones)

Capítulo XV- LANZA DE TRAIDORES

Sansa Stark se desmayó al ver al ejecutor de su padre sostener la cabeza en forma de humillación. Sasha aun con los ojos cerrados evitando ver eso, fue llevada al carruaje. Se sentía tan decepcionada, asustada, nerviosa y culpable por lo que había pasado. Aunque muy en su interior ya tenía el presentimiento que eso iba a pasar. Eddard había sido honorable, pero lo había llevado a la muerte, cosa irónica porque esas son las palabras de los Arryn ¿Debía ella empezar a jugar sucio con el fin de sobrevivir? 

Le preocupaba que era l<o que pasaría ahora con Sansa, podía sugerirle a Joffrey que la enviaran de regreso al norte, pero quien sabe cómo lo tomaría. Joffrey se subió al carruaje destilando felicidad, Sasha solo le torció la cabeza con un gruñido. Sentía la mirada de su esposo observándola. El ruido de las ruedas empezó a sonar avanzando de regreso a la fortaleza. Se sentía tan asqueada de regresar a lado de ese monstruo. Su corazón latía con fuerza del coraje y la tristeza. Tenía ganas de encararlo y decirle todo lo que pensaba de él. Suspiró fuerte tratando de tranquilizarse.  

— ¿Por qué lo hiciste? — dijo en voz baja que Joffrey apenas y escuchó. La miró con confusión al no haber entendido bien. —¿Era necesario hacerlo de esa manera tan humillante? Sansa se desmayó, entiendo que se equivocó, pero hubieras hecho lo de mandarlo al muro. Con eso que acabas de hacer nos has sentenciado a todos y que los siete se apiaden de nosotros.

 Sasha sintió temor de pronunciar esas palabras. No sabía cómo iba a reaccionar su esposo. Joffrey puso su mano en la pierna de ella y se acercó a su mejilla dándole un beso. 

— No va a pasar nada. Con eso todos van a darse cuenta de lo poderoso que soy y lo que pasa cuando se meten conmigo. — dijo despreocupado, con una sonrisa arrogante. 

— ¿Qué pasará con Sansa? — dijo ella preocupada por el destino de la joven. 

— No la voy a matar— sonrió aún más, mostrando sus dientes.  —Ella ayudó a su padre así que merece un castigo. 

—Solo no seas cruel con ella—le tomó la mano a Joffrey y le sonrió falsamente. —Ella es inocente. 

—No, merece pagar. Es hija de un traidor, tiene sangre de traidores. Su hermano es un traidor también. — escupió molesto, levantando la voz. Su rostro se puso rojo y sus venas se hincharon en su cuello. Apretó la mano de Sasha con fuerza, haciéndola gemir de dolor.  —He hecho cosas por ti, pero tampoco te pases de lista. 

Ella asintió asustada, Joffrey soltó el agarre y le dio un beso. Ella solo sentía ganas de llorar, pero no quería hacerlo en ese momento, darle el gusto de verla herida era algo que no quería mostrarle. 

Al llegar a la fortaleza roja cada uno tomó su camino. Ella decidió ir a sus aposentos. En el camino se encontró a Mya y le tomó la mano. Juntas se dirigieron hasta la habitación sin decirse una palabra. Ser Meryn Trant le iba siguiendo el paso por órdenes de Joffrey. Las noticias seguramente ya habían llegado al palacio porque los sirvientes la veían con pena, muchos sabían que ella y su tío Ned pasaban tiempo juntos. Al llegar Sasha cerró la ventana y corrió las cortinas. Una vez haciendo eso, no pudo contenerse y se tiró al piso llorando. Sentía dolor, miedo y rabia a la vez. Mya se acercó preocupada y la abrazó con ternura tratando de consolarla. Sasha se aferró a Mya para sentir un poco de paz en esa horrible tempestad. 

— ¡LO MATARON! —Sollozo aferrada a su amiga —¡PRIMERO A MI PADRE, LUEGO A MI VARDIS Y AHORA A NED!

— ¿Mataron a Lord Stark? —preguntó Mya levantando la voz. Su rostro mostraba sorpresa. 

Sasha trató de tranquilizarse, pero era muy difícil. El dolor era tanto que las lágrimas no paraban de salir. Se limpió los ojos con las manos y miró a Mya con desesperación.