"DEJÓ DE SER PAJARITO Y SE CONVIRTIÓ EN UN HALCÓN"
Desde que era pequeña sabía que se convertiría en la reina. Desde muy joven se había preparado para ser la esposa ideal del Principe Joffrey, hasta que conoció a un caballero que le robó el corazón...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tres cuervos salieron de Desembarco del Rey con las cartas de la reina Sasha Arryn. Una estaba dirigida hacia el Nido de Águilas para su madre, la segunda al Castillo negro para el Lord comandante Jeor Mormont y la última hacia Aguasdulces siendo el destinatario su abuelo Hoster Tully.
Junto a Lord Tyrion mandó esas cartas, aunque solo le mostró el contenido de la que iba dirigida al muro. En la carta Sasha se comprometía a mandar hombres con el fin de atacar a la nueva amenaza que prometía ser el rey más allá del muro.
Caminaron juntos hasta la torre de la mano del rey. Sasha tuvo sentimientos encontrados al recordar que ese lugar hace no mucho tiempo, fue ocupado por su amado padre y su tío, con quien tuvo la fortuna de convivir. Tocaba las cosas como alguna vez su padre hizo lo mismo. Una mezcla de melancolía y coraje la abordaban.
Se sentó en un sillón de la sala de estar junto a Tyrion Lannister quien se servía una copa de vino. Era demasiado acogedor ese lugar que prácticamente le recordaba a su casa.
—¿vino, su majestad? — preguntó Lord Tyrion con una voz ronca.
Asintió con una leve sonrisa. El apodado Gnomo le dio una copa y bebió un sorbo. El sabor del vino era dulce, parecía uno muy caro e importado.
—Es bastante delicioso— dijo sonriendo nerviosa. — Me parece algo sorprendente que estemos solos, Ser Meryn se ha convertido en mi sombra.
—A mi sobrino el rey le encanta tener control sobre todos, mi reina. No puedo negar que a mí también me sorprende, pero podrá descansar de la cara de amargado que tiene ese hombre.
—Entiendo que el rey solo ve por mi seguridad, aunque no puedo negar que desearía que mi madre me hubiera mandado una espada juramentada de mi hogar. Sentiría más cercanía hacía mi hermosa tierra que tanto extraño.
—Su tierra es muy hermosa majestad, salvo sus calabozos y la puerta de la luna. Sin duda el valle tiene su encanto. — dijo Tyrion con simpatía. Ella soltó una risita.
—Únicas en su clase— dijo ella con burla. — Miles de personas han muerto en esos calabozos. Admiro que haya sobrevivido porque en mi vida había sido capaz de ver a alguien como usted que saliera bien librado de eso.
—Pocos esperan algo de mí— bebía de su copa con nostalgia.
Sasha había notado que la nueva mano del rey tenía problemas con la bebida, porque no había dejado de beber desde que se sentaron.
El que pronto se pusiera borracho podría servir para poderle sacar información importante. Ella lo veía con una mirada penetrante y una sonrisa de seguridad. Eso la hacía pensar que tenía poder sobre él.
Un silencio incomodó se presentó mientras las miradas parecían hablar. Ella lo veía con arrogancia y él con desconfianza.
—No la he invitado para hablar de mi estancia en su hogar— dijo dejando un silencio largo —Aquí podemos hablar con seguridad, nada saldrá de estos muros — le dijo Tyrion con una mirada penetrante. —
