Capítulo XVII- Consejo del rey

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Sasha se encontraba parada frente al espejo con una túnica transparente en tono rojo, que Joffrey le había regalado, arreglándose. El verse bonita le hacía creer que tenía más poder y control sobre el pequeño rey. Mientras tanto Joffrey estaba escribiendo en una mesa sus nuevas propuestas para cambiar el reino a su gusto. 

Mientras no trataba de conspirar en contra del rey Joffrey, pasar tiempo con él se había hecho muy placentero. La costumbre de estar juntos había hecho que le empezara a tomar un poco de cariño, aun así, debía morir. 

Cada uno estaba concentrado en sus actividades, ella se maquillaba y peinaba su cabello. El estar así en silencio le ayudaba a pensar en cual era la mejor manera de actuar durante ese día.

La personalidad de Sasha había cambiado para ajustarse a la del rey. Se había convertido en autoritaria y buscaba cualquier excusa para castigar a los empleados. A Joffrey parecía gustarle mucho esa versión de ella, una que había creado solo para controlarlo. La victima eran empleados y lastimosamente Sansa. La joven reina sentía impotencia y desesperación, pero trataba de controlarlas. Esperaba que en algún momento Sansa la perdonara.

Era preferible que el rey desquitara su furia y su instinto masoquista con alguien antes que con ella. Podría sonar egoísta, pero ella también estaba tratando se sobrevivir en ese lugar. El ordenar también le hacía sacar su frustración y coraje en contra de los asesinos de su padre.  Aunque tratara de fingir que era fuerte, tenía mucho miedo en ese lugar. Tenía miedo de convertirse en otra persona, pues prácticamente sentía que la rudeza, ira, venganza y tristeza se estaban apoderando de ella.  Sentía que estaba perdiendo su identidad, su humanidad, su esencia. Quería vengar a su padre, pero no a costa de su alma.

El rey Joffrey cerró su cuaderno y se levantó para abrazar a Sasha por la espalda.  Ella tenía un par de moretones, por consecuencia de su manera brusca para tener intimidad. Inconscientemente ya se había acostumbrado a esa manera de hacerlo.

Al estar abrazados pudo sentir el calor de su cuerpo junto al suyo, el aroma de su cuerpo y su perfume y sus labios rozando cada parte de su cuello. Sus manos le acariciaban el pelo con ternura. Con sus manos enredo el cabello para poder jalarlo con fuerza hacia atrás. Soltó un jadeo por la sorpresa de la acción de él. Con la otra mano recorrió su cuello. Sasha sentía que en cualquier momento él podía apretarlo y ahorcarla, acabando con su vida. Era una sensación de placer y peligro. Ella cerró los ojos por los besos del rey en su cuello. Ella abrió los ojos y pudo ver la sonrisa siniestra, pues él amaba tener el control.  Joffrey era el rey y todos eran sus peones que podía mover y utilizar a su antojo. 

—Eres mía Sasha. — le dijo apretándole el cuello. 

Ella sonrió al ver el reflejo. No podía negar que hacían físicamente una hermosa pareja.  Se imaginó por un momento lo feliz que sería si su esposo tuviera una personalidad más amable. 

—Toda tuya, mi rey. —

Joffrey sonrió y ella soltó una risita. Tal vez había más química de la que Sasha quería admitir. Era probable que estuviera teniendo sentimientos por él. Posando frente al espejo, el rey bajó sus manos y las posó en el vientre de Sasha. 

—No puedo esperar a poner un heredero en ti— 

Ella sonrió, aunque por dentro estaba aterrada. Lo menos que esperaría es estar embarazada. 

—Nada me haría más feliz — 

Joffrey soltó su vientre y posó sus manos sobre su cabeza. 

— He escuchado unos rumores terribles sobre mi madre y mi tío— le dijo con disgusto. 

LittleBird (Game of Thrones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora