Canchimalos

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Los únicos malos que habían en mi pacífico puerto, eran los Canchimalos, porque llevan el malo en el nombre. Este pez es una especie de tiburoncito y mucha espina, se alimenta de cangrejos y camarones especialmente. Cuando la marea crece debajo de las casas de madera el Canchimalo se desplaza igual que la marea, quedando al alcance de los pescadores artesanales, se pesca con facilidad porque cuando sube la marea ellos salen a la superficie, para alimentarse de las letrinas. Sí, guácalas!!

En la madrugada por el camino de regreso a casa, mi abuelo Aquilino Grueso compraba a los pescadores ubicados en las principales esquinas de las calles de Viento Libre, dos o tres cardúmen de canchimalos, con una docena de pescados cada uno. Caminaba hacia el puente de madera dejando a su paso a los vecinos despiertos . -Ahí viene el despertador- le decían los vecinos cuando se referían a él, pero nunca se lo decidan en su cara. Su familia no era la excepción , Aquilino Grueso llegaba despertando a su esposa, y a sus hijas, con un saludo de - !!levántense perezosas-con un grito que despertaba hasta los peces que nadaban debajo de la casa de madera. Esta mañana pasó derecho a la cocina , dejó el cardúmen de Canchimalos en el lavadero, que consistía en un tronco de madera, un bloque de cemento encima, una duadua partida por el centro que hacia las veces de tubo de agua, por donde resbala el agua bendita hacia el tanque de agua y la totuma. El lavadero, también era utilizado como lavaplatos y lavamanos. En la época de mi abuelo Aquilino Grueso, el lavaplatos y el lavamanos en porcelana aún no existía en estas comunidades .

Se metió al retrete de madera, sin puerta, lo cubría una raída y mohosa cortina plástica, del mismo material y estampado, del mantel del mesón de madera de la cocina y del mismo material y estampado de la mesa de madera que atravesaba la sala-comedor. Desde el retrete de madera, gritó con todas sus fuerzas- tráiganme papel- mi tío Nicolás apareció con un montón de papel periódico El Caleño. 

Ya mi tía Esperanza de doce años, se encuentra medio dormida y en cuclillas en la azotea pelando el pescado, con un cuchillo grande y filoso, terminando de matar a los que aún mueven la cola, va directo a las agallas y listo!! el Canchimalo deja de bailar.  La música que produce el cuchillo mientras retira las escamas del pescao, es como la que produce una lima en las uñas, el sonido es áspero, destempla los dientes. Peló el primer pescao, luego el segundo luego el Canchimalo veinticuatro, las dos docenas de pescao estaban listas para el tapao. Mi otra tía, Socorro ya había puesto en el fogón de leña, la olla grande de aluminio Imusa , con plátanos verdes pelados y cortados en trozos, el agua apenas tapaba los plátanos, unos tallos de cebolla y sal. Una vez estuvo el plátano medio cocido vino mi tio Nicolás, saló por dentro y por fuera el pescao, luego aventó el Canchimalo del recipiente plástico encima de los plátanos, los acomodó uno a uno, puso achiote y cominos para condimentar , luego lo tapó con la tapa de aluminio ahumada ,negra de tizne que hacía juego con la olla. Mi abuela en cambio...

DOMADO CRESPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora