Roier hizo el esfuerzo sobrehumano para reincorporar al castaño que estaba a su lado.
‒Ya llegamos, cellbit. Ahm, despierta por favor, solo nos tomará unos segundos.‒ el pelinegro intento sacudir el hombro de Lange, más este no reaccionaba.
Resignado roier lo tomo de la muñeca e hizo que el brazo del castaño pasará por atrás de su cuello, para luego llevar su delgada mano hacia la cintura de este. Unos segundos tuvieron que pasar para que pofin pudiera salir del automóvil y como pudo, se las arregló para pagarle al viejo conductor. Por lo menos pudo soltar un resoplido de alivio al notar que estaba frente a su edificio.
‒Dios, por fin.‒introdujo la llave en su puerta principal y la abrió lentamente. Camino con cuidado hacia su cama y lo dejo recostado. Cuando el peso de sus hombros desapareció, roier estiro levemente su cuello y sus extremidades. Estaba agitado.
Rápidamente se dirigió al baño a cambiarse y lavar su rostro. Solo quería echarse en su preciada cama.
Al ingresar nuevamente a la habitación, se sorprendió de ver a cellbit sentado pero con los ojos casi a punto de cerrarse. Estaba que se caía del sueño.
‒ ¿qué haces? Intenta recostarte‒ sugirió mientras guardaba sus prendas en el cajón.
‒Pensé uh... que, que te irías.‒ y ante lo escuchado roier volvió a rodar los ojos.
‒ ¿es que nunca te cansas de decir eso?‒replico mirándolo fijamente‒No me voy a ir a ningún lado‒ suspiro‒Ahora. ¿Quieres darte una ducha? Va a relajarte y podrás dormir mejor.
‒ ¿Y la ropa?
‒Creo que tengo un conjunto deportivo que me queda algo grande, estoy seguro de que te quedará mejor a ti.
Roier le extendió la mano al pelinegro para que este se levantará y lo dirigió hacia el baño‒Ahí tengo todos los útiles de aseo que necesites, hay toallas nuevas. Solo espérame un momento mientras traigo la ropa.
Cellbit asintió lamentándose al sentir que su cabeza dolía horrores. Se sacó la chaqueta de cuero y luego su camisa de seda, dejando al descubierto su abdomen.
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𝐒𝐔𝐂𝐊𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔 ⋆。𖦹°‧★
Romance❝ soy un tonto por ti, roier❞ Cellbit Lange era el típico chico malo, popular y arrogante. Sin embargo, todo lo que conformaba ser él, se fue rodando por el borde del abismo al ver por primera vez al chico nuevo, el recién transferido de Mexico y qu...