Propuesta

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Abrí los ojos, tenía llamadas perdidas de Liza, Hugo y hasta del señor Torres. Regrese la llamada a Hugo que había sido la última que recibí.

-¿Por qué tanto alboroto? Tengo llamadas perdidas hasta del maestro-

-¿Y como no Maya?, te desapareciste desde ayer a las 4 de la tarde, estaba apunto de ir para tu departamento-

-Júralo- me quede pensando en lo que había pasado -Ya me acorde, no jures nada, perdóname, mi cabeza a estado muy ocupada además en la noche...- mire en mi cama y solo estaba yo.

-¿En la noche que?-

-Necesito ayuda psicológica, crear escenarios ficticios ya se salió de solo escribir-

-¿Bebiste algo?- cuando dijo eso el, escuché ruido en mi departamento.

-No tome nada, te marco después, avísale a Liza que estoy bien- colgué la llamada y me levante para ir a ver qué había sido ese ruido.

Encontré a Jenna haciendo ejercicio en la sala, tenía puestos sus audífonos, aún no notaba mi presencia, me quede parada ahí viéndola.

En cierto momento, se dio la vuelta, me vio y se quitó los audífonos.

-¿Habías dicho algo? Es que no escuchaba nada-

-Solo veía, que chica tan fitness, yo ya no fui al gimnasio-

-Tampoco es muy necesario, ayer hicimos cardio juntas, yo estoy aquí porque necesitaba hacer algo en lo que despertabas, no quería tocar nada-

-Ya tocaste bastante, no veo el problema de que toques algo de mi casa-

-Pero ayer pedí permiso y hoy no, se llama respeto Maya- se levantó y junto sus cosas.

-¿Te parece si te cocino algo? No es por presumir pero fui a dos semestres de gastronomía, cocino bien-

-Podría dudar de tus capacidades pero mejor probare, antes puedo pedirte un favor-

-Si lo que sea-

-¿Puedo tomar un baño?-

-Claro, estás en tu casa, en el baño está todo lo que necesites y si ocupas ropa, puedes tomar lo que quieras de mi closet-

-Vale gracias, no tardo-

Se metió a bañarse, aproveché para mandarle mensaje a Liza y meterle intriga de lo que me pasó ayer.
También revisé de paso los mensajes del señor Torres que en pocas palabras estaba regañándome por no entregar el trabajo de ayer; me pedía una justificación y dudé que me hiciera valido todo esto.

Me disculpe con el, le dije que sería más responsable de ahora en adelante y me puse a cocinar. Algo sencillo, era desayuno no comida.

Al poco rato regresó Jenna, traía puesta una playera y unos pantalones míos. Se veía linda, la ropa le quedaba casi perfecta un poco más grande pero si no supiera que eso era mío podría decir que venía preparada.

-Huele delicioso, ¿qué es?-

-Mejor pruébalo primero, me dices si te gusta y después te digo que es- puse los platos en la mesa, fui por unas tazas para ya sentarme.

Empezamos a comer ambas, yo puse más atención en que comiera para ver si de verdad le gustaba, me preocupó un poco el hecho de que estuviera muy seria.

-¿Todo bien? Si no te gusta podemos hacer algo más-

-No es eso, está muy rico solo que estaba pensando en, bueno en nosotras-

Ignorantes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora