Te busque

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Cada mes que pasaba junto a ellos estaba lleno de nuevas experiencias, algunas buenas, otras un tanto complicadas pero nunca estuve sola, sobre todo estuve con Hugo.

Vecinos, amigos, seguidores y cualquier persona que no sabía la historia completa creían que el era mi esposo o al menos padre de mis hijos. Otros cuantos su teoría era respecto a Isabella.

No podía molestarme, los dos fueron los que más estaban al pendiente, sobre lleve la situación con Isa, tenía que superar lo que pasó para avanzar como persona y eso hice.

Una noche cualquiera llevamos a dormir a Blythe y Emerson a su cuarto; eran muy tranquilos, además después de su rutina de juego quedaban cansados y caían rendidos a dormir. Cuando salimos de la habitación empezamos una platica más nuestra que de los niños.

-Debe ser pesado solo dividir tu tiempo al trabajo y a la maternidad-

-Sabes que mi trabajo no es pesado, además nunca renegaría de ellos, llegaron a hacer mi vida más caótica e interesante, llega este punto del día donde voy al jardín a escribir algo, es un pasatiempo que es remunerado, ¿que puede ser mejor?, los tengo a ustedes como amigos, familia-

-Si, se que tú vida es muy buena pero también se que te desvelas y evitas a toda costa llegar a la cama, si lo haces es porque estás muy cansada y no te costará quedarte dormida, cualquiera que pase el suficiente tiempo contigo se daría cuenta, ¿que hay del amor?-

-No se, he conocido gente, cuando acompaño a Hugo a su trabajo o cuando salgo de paseo y no me llama la atención nadie, supongo que ahora lo que busco es alguien que...

-¿Que?-

-Se preocupe por mi y al mismo tiempo por ellos, que entienda el tema, me acompañe y hasta cierto grado los quiera, alguien...

Estaba concentrada diciendo todo esto mientras veía el piso; levante la mirada fijamente.

-Alguien como tú...

Esos silencios que se estaban formando después de cada oración hacían que pensara muchas cosas y ella estaba igual.
Baje la mirada a sus labios, fue extraño porque en cuestión de segundos ya no estaba delante de Isabella sino de Jenna, sus labios se volvieron tan besables, sobre todo porque tenía más de un año que no estaba con ella, me lance sin pensarlo a besarla con una desesperación, disfrutando en su totalidad cada movimiento o acción que hiciera, hasta que caí en cuenta de las cosas.

La volví a ver como tal, como aquella mujer a la que le debía cientos de favores y a quien mis hijos adoraban pero que no, no era su madre, no era mi Jenna.

Detuve el beso enseguida.

-Lo lamento, de verdad lo siento, me precipité a hacer algo que no debía-

-Creo que ambas lo queríamos, no tienes porque disculparte-

-Me disculpo porque si lo hice no fue queriendo besarte a ti, lo siento por hacerte ilusiones porque se perfectamente que no fue la primera vez que se ha dado una situación que se pueda mal interpretar; quería aprender a amarte pero no puedo, te quiero más de lo que crees y agradezco todo lo que has hecho por mi pero no te amo y nunca te amare porque sigo amándola, cada maldita noche en la que no quiero llegar a la cama a dormir sola es por ese mismo motivo porque no la tengo, todo lo que planeé y lo que está pasando debía ser con ella, gracias Isa por todo y perdón por no sentir lo mismo que tú-

Estaba a punto de llorar, hablar del tema de Jenna me hacia convertirme en la persona más sensible del planeta y en cambio a lo que pensaba respecto a la reacción de Isabella, entendió todo, se acercó a abrazarme, tenía meses que no lloraba y hoy me derrumbé por completo, necesitaba ese abrazo para llorar, sacar lo que tenía dentro desde hace meses y ser vulnerable de nuevo, olvidando que ahora tengo que proteger a dos vidas aparte de la mía porque en este momento alguien más me estaba cuidando a mi.

Ignorantes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora