Quiero que sepas que...

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Le envíe mil mensajes y aunque los recibía, no los leía, estuvo en línea por al menos 20 minutos hasta que se desconectó dejándome en recibido.

Entendí para este punto que no me contestaría, tenía razones ya que si lo veo desde su punto fue muy cuestionable todo lo que paso. En este momento tenia de dos, dejar que siguieran con su pijamada o sacar a todos de aquí y descansar. Jenna estaba trabajando, llegaba cansada, así como yo necesitaba dormir ella también lo necesitaba, sobre todo porque lo más probable es que mañana también grabaría.

Me decidí por la segunda, pensé en el peor de los escenarios que podrían suscitarse después de la llamada entre nosotras y para dejar de pensar en eso solo podía dormir.
Salí de la habitación, busque a Hugo y Liza para que sacaran a todos, creo que me entenderían.

Tuve suerte de encontrarlos juntos, interrumpí sus pláticas con otros chicos para decirles.

-No me lo tomen a mal, solo que ahora no me siento con ganas para seguir con todo, quiero descansar, ya esta fiesta causó los suficientes problemas, ¿podrían sacarlos a todos?- les dije a los dos.

-Nadie ha llamado a la policía, hablé con tus vecinos antes de entrar- dijo el.

-No creo que se refiera a esos problemas; esa cara no me gusta nada Stone, nosotros nos encargamos si quieres regresa a tu habitación-

-Gracias por entender-

Camine hacia mi habitación mientras Hugo abría la puerta y de forma "sutil" les decía que se fueran.
Estuve a punto de entrar pero algunos se dieron cuenta de la situación, me preguntaban si estaba bien y luego salían.
Me quede ahí parada en el marco de la puerta despidiéndome de unos cuantos, luego llego Audrey.

-Saliste muy tarde, tus amigos nos están corriendo-

-Vamos Audrey, todos fuera, se acabo la fiesta- llegó Liza a mi rescate.

-¿Por qué? Solo intento ayudar a mi amiga, si estas estresada podría ayudarte de alguna manera, lo que sea tú solo dime- con su dedo índice recorrió parte de mi rostro, pecho y abdomen, además de su tono de voz que podría mal interpretarse de mil maneras.

-Audrey, gracias por estar aquí, estuvo muy divertida la fiesta, pero estás pasada de copas, ya no sabes ni que dices, ve a tu casa y nos vemos otro día- la guíe hasta la salida, antes de que dijera algo cerré la puerta.

Me di la vuelta y tuve la primera vista de todo el departamento desordenando con vasos tirados por aquí y por allá. Cosas fuera de lugar, en fin, estaba todo de cabeza.
No podía con la idea de irme a dormir dejando todo así pero mi sueño pudo más que mis ganas de organizar.

-¿Nos vas a contar el porqué de parar la fiesta?- empezó a hablar Hugo.

-Te lo dije desde que me llamaste, acababa de terminar mis pendientes, todo el día sentada en el maldito escritorio, estoy cansada y harta; traté de tolerarlo pero no pude-

-¿Y ya?-

-Por favor Maya, eres la persona que en temporadas de exámenes se le ocurre salir de antro, hay otra razón, sólo dila- insistió Liza.

Me tire en la cama y se sentaron ahí, esperando una respuesta, me quede mirando el techo unos segundos.

-No se lo qué pasa, quisiera saber para asegurarme de que está todo bien, pero no tengo ni idea y lo peor de todo es que no me entienden porque no saben a qué me refiero-

Se quedaron viendo entre ellos y luego a mi. La que habló fue Liza.

-Exacto, no vamos a entender hasta que nos cuentes todo; hemos pasado de todo juntos, siempre hemos sido los tres, entiendo qué hay cosas que a veces están tan enredadas en nuestra cabeza que no sabemos expresar o que no deberíamos; aunque si nos dijeras vamos a intentar entender-

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