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Las manos le sudaban. El aire se sentía enrarecido y le zumbaban los oídos. ¿Cómo se le pudo ocurrir semejante insensatez? Iba a provocar un desastre, estaba segura, iban a cerrar la revista, sus compañeros estarían en la calle en navidad pidiendo limosna para vivir, a Will le iba a dar un infarto y ella sería la única culpable.

—¡No puedo hacer esto!

Susana la hizo volver a sentarse y Beca la tomó de las manos.

—Tu idea es buena, aférrate a ella, defiéndela y, ¡por una maldita vez tu vida, confía en ti misma!

—Debí decírselo antes.

—¡No! —exclamaron las dos amigas a un tiempo.

—Tienes que ver su expresión, así sabrás si te apoya porque cree en ti o...

—¡Podría no apoyarme!

—Igual, tienes que estar segura.

Cuando Will entró a la sala de juntas, Layla fue incapaz de sostenerle la mirada, lo cual notó.

Volvió a recordarles la importancia de una estrategia para Chickstyles y algunos compañeros volvieron a presentar ideas nuevas. Ideas que fueron rechazadas con la misma frialdad de terror de su novio.

—¿Alguien más? —preguntó comenzando a reunir sus documentos para retirarse cuando Layla se puso de pie.

No detectó la más mínima expresión en su rostro. Ella fue al frente y volvió a proyectar la misma propuesta de portada.

—Quiero replantear mi idea.

Las miradas de sus compañeros eran un poema de tragedia, terror y malos augurios. Vio que Charlie se ponía pálido y hasta tuvo arcadas. León estaba hiperventilando.

Will no dijo nada, se reclinó en su asiento y le prestó atención.

—Sé que puede sonar fantasioso, pero sí podemos conectar con los jóvenes a través de la historia del pueblo. Por ejemplo —Pasó la diapositiva y apareció la imagen de dos ancianos—: ellos son Ira y Bella Donovan, son casi fundadores del pueblo, ahora son un par de ancianos que los chicos ni siquiera conocen, pero también fueron jóvenes alguna vez. —Volvió a pasar y apareció una fotografía de los año's 50 con un chico y una chica sobre una motocicleta. Él llevaba chaqueta de cuero, cabello engominado con copete y la chica una falda recogida hasta las rodillas, con una pierna sobre el muslo del chico.

Escuchó las exclamaciones de sus compañeros. Sí, se veían geniales, la imagen evocaba rebeldía.

Pasó la siguiente imagen. Era una gráfica que comparaba las ventas de Chickstyles con las edades de los compradores a lo largo de cinco años.

—Como pueden ver, a medida que la población adulta ha disminuido, también lo han hecho nuestras ventas. El 60% de la población actual son centennials, y no compran revistas impresas porque están concentrados en otras cosas, como las redes sociales.

—¿Propones digitalizarnos? —preguntó Charlie.

—En parte si, pones una imagen como esta en instagram y una liga para suscribirte a la revista o a una parte del artículo completo. Estos chicos valoran la experiencia y, aunque no lo parezca, son fuertes creyentes de los valores, pero más por la práctica que por el discurso y a través de historias reales como la de Ira y Bella, podemos conectar con ellos, un target con un volumen importante.

—Genial —suspiró Charlie. León, Matt y Kathlin, la recepcionista, tenían cara de estar viendo su capítulo favorito de una serie de acción. Sus amigas levantaron los pulgares entusiasmados.

Mi Querido OgroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora