Cuando Becky me fue a buscar al otro día, yo llevaba toda la noche en ropa interior, y sólo había salido a comprar para llenar mi mochila de botellas.
Se puso firme en querer verme, a pesar de tocar en la reja metálica que daba a la calle, llamadas que no contesté, calor brutal y gritos que no respondí.
Pero tenía que aventar su mochila ese bendito viernes por la mañana, el sonido del golpe me hizo asomar la cabeza y solté el aire que aguantaba al ver que su mochila estaba botada en el patio, y ella buscaba la ruta para trepar por la reja.
Le grité que le iba a aventar las llaves, abrí la puerta, las aventé, cerré la puerta no en su totalidad. Me senté en el piso a esperarla, tardó unos minutos para intentar abrir la reja, pasó por su mochila, subió pesadamente la escalera, entró, yo tenía la mirada baja, sólo pude ver sus pies. Aventó su mochila al sillón y después se aventó ella sin decir nada, de repente:
-"Regálame papel, por favor"- voltee a verla, vi un rastro de sangre en su mejilla y fui a intentar quitar su mano izquierda del ojo del mismo lado. No me dejó, tuve que ponerme encima de ella a horcajadas para obligarla. Tenía en la ceja un golpe que le había abierto la piel, me levanté hecha una furia buscando ropa para salir a demoler edificios cuando me dijo -"fuiste tú, bueno, tus llaves"-...
Abrí la boca sin decir nada... Becky Había intentado atrapar las llaves en el aire!. Fui por todo lo necesario, y me esmeré tanto en su curación que hasta el día de hoy sólo quedó una fina línea, que no se nota, a menos que ella le ante la ceja, y justo ahí se forma un hoyuelo coqueto jajaja muy coqueto, aunque, en su momento, dolió, y no sólo a ella.
Me senté a su lado, me abrazó y yo le di un beso en la cabeza, ella puso su boca en el huevo de mi cuello, sentí su aliento, me acariciaba con su nariz, dejando delicados besos en mi cuello. Intenté separarla de mí, pero volteó a verme, alzó su rostro mientras acariciaba mi mejilla con su mano derecha, y me acercaba para besarla. Dudé, pero al fin cedí, dejando un beso suave, lento, delicado, oloroso a licor dulce, que duró un par de minutos.
-"No me dejes, por favor, no me dejes"-. Dijo suplicante con un susurro bajito.
-"Bec, yo no sé cómo le vas a hacer con un novio y una novia, cariño"-.
-" Te juro que él no me ha tocado, no te he fallado, y si no lo hice cuando no estabas, menos lo haré ahora!, por favor, mi amor, no me sueltes, te amo, te lo pido, no te alejes de mí. Por favor, dame este semestre para alejarme de él poco a poco, no quiero que te afecte o quiera vengarse y te vaya mal en la escuela"-.
-"Es que yo no voy a soportar verte con él y..."-
-"Un semestre, sólo eso te pido, no me dejes mi amor, no me sueltes Freen!"-.
-"O estoy muy ebria, o muy idiota, o te amo demasiado Rebecca... Un semestre será, aunque presiento que dolerá más y la cicatriz en mí, será más grave que la que te va a quedar aquí "- señalé su ceja.
-"Prométeme que no harás locuras amor, te conozco, y no quiero que hagas algo que te complique o te afecte"-.
-"Trataré de portarme bien... Un semestre Bec"-.
Nos abrazamos por mucho rato, aunque debo confesar que le omití una parte, no iba a hacer nada... Nada tonto, pues!, pero, yo sabía que, en cuanto ese imbécil se diera cuenta de que Becky empezaba a alejarse, no se iba a quedar tranquilo, y de iguala era, iba a intentar hacerme a un lado, estuviera ella conmigo o no, así que, tenía un semestre también, para preparar una jaula con grilletes de la cual ese animal no pudiese escapar tan fácil... Tenía que pensar en frío, y mi plan iniciaba justo en ese momento.
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Una vida cualquiera
FanfictionCasi nueve años de una vida... de dos vidas que se cruzaron y dejaron un camino muy trazado y siempre presente, que nos recuerda lo bueno (y doloroso) que puede ser el dirigirse siempre en la vida como "buenas personas". Amor, pasión, dolor, despedi...