1. Una muerta que hace más que muchos en vida.

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"También corriendo se gana"

Dicho popular mexicano, que hace alusión a las disciplinas olímpicas de los corredores.

En agosto, la feria patronal de mi pueblo... mi cumpleaños en esa temporada también!.

Tanto era nuestro amor que, viajó 9 horas en autobús hasta llegar a mi pueblo, pasadas las 8 de la noche, cuando ella inició su viaje desde muy temprano por la mañana... pero, trasbordar tomando 3 autobuses diferentes (lo mismo que yo solía hacer cada algunos meses), para ella fue brutal...

Richie, mi hermano menor al que crié y cuidé al 90% desde mis 14 años, ahora era ya un adolescente de la misma edad que yo tenía cuando él fue entregado totalmente a mi responsabilidad... mi "hijo postizo", mi hermano, mi compañerito de aventuras sanas o no muy sanas pocas veces... mi confidente... él sabía de Becky y quiso acompañarme a la terminal de autobuses para recibirla, aparte del morbo, de saber que yo andaba con chicas, él quería ser el primero en conocer a su "madrastra", y también buscaba aligerar mi carga al llegar a casa... Justo ese día, a mis otros hermanos se les ocurre hacer reunión familiar!!! Mi hermana Irin de la mano con mi, recién casado con ella y flamante cuñado Seng (como si yo no lo hubiese conocido de más joven a él y sus andanzas, ahora era muy puritano y correcto!)., mi hermano Joseph con su esposa Giselle (una rubia de cabello quebrado a la cintura, de cuerpo de infarto, pero una calidad humana de un ángel... hasta la fecha!!!), mi hermano "Marcel", moreno como nuestro abuelo paterno, ojos pequeños miope muchísimo más que yo, grosero, altanero, soberbio y mal hablado aún en juicio, del mismo nombre que el abuelo! Parecía más su clon que su nieto mayor..., e igual de promiscuo, borracho y machista... no entiendo aún cómo logro conquistar a esa rubia ojiverde preciosa, porrista, de corazón de ángel!...

Pues, ahí estábamos esperándola en la terminal de autobuses... mi Richie de 14 años, pestañas chinas y kilométricas, blanco como una pared, sus mejillas sonrojadas siempre... esos ojos color aceituna, delgadísimo y algo alto para su edad...

"Bienvenida a muy, muy lejano! Jajaja" mi voz tuvo que recatarse ante tamaño monumento... no por vergüenza! Más bien, por respeto a su cansancio y cara de fastidio..

Una vida cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora