25. Nadie las quiere...

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"Se nos fue el santo al cielo"!, me decían llegando a clases el martes, jaloneaban mi mochila y me daban palmadas en la espalda... Estudiantes que yo ni conocía, ni por error había tratado con ellos y ellas, casi me ponían alfombra roja.

Agachando levemente la cabeza y a lo lejos, Tee alzaba su dedo indice y medio, llevándolos a mitad de su frente y separándolos después, simulando un "medio saludo militar". Pasé cerca de ella, me abrazó y dijo rápido -"Hay que hablar, plaga... antes del partido. Hay reunión hoy en mi depa... puedes llevar a Beck, si no quiere soltarte"-, con una risita de burla dió una palmada en mi espalda, agarró mi brazo, apretándolo cordial y se fue a sus asuntos.

Me fui a clases, ya después revisaríamos el "recuenro de los daños" con Tee. No sabía qué tan bueno o malo fuese que, a pesar del gran equipo detrás, sólo yo fuese la "imagen, la cara del suceso y del momento". Lo averiguaríamos justamente antes de mediodía, cuando nos dieran la indicación, debíamos comenzar a elegir tema de tesis, y elegir asesor para la misma...

Empezamos a buscar opciones entre los mejores maestros... El señor Kishigami no estaba bien de salud, y era mayor, no aceptó tesis este año., tres maestros y maestras más nos dieron negativa, eran los más respetables para nosotras, pero, ya eran mayores y estaban en proceso de jubilación, o atravesaban problemas familiares, personales o de salud hacía ya unos meses... Antes que ocurriera todo esto.

¿Los nuevos maestros?, la mayoría estaban rabiosos conmigo, los dejé sin su ídolo, sin su "amigazo del alma"... Las calificaciones no me preocupaban, ibamos a pasar sus materias por encima de sus intentos de reprobarnos...

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Becky me creyó que sería una fiesta tranquila, pero (Dios! Me encantaba en modo celosa!), dijo que si era del equipo de futbol, tendría tiempo un rato para asistir, después me arrastraría lejos, conocía sus planes.

Llevarla a una de mis "reuniones" me llenaba de emoción, orgullo y felicidad. Llegamos a ese departamento junto a las vías del tren, tocamos a la puerta, una Tee muy relajada y con un vaso en la mano se olvidó de mi existencia y le dió un abrazo a Beck, tan fraterno que hasta yo sentí el cariño, como si se tratase de su "hermanita menor"... No había doble intención en su saludo, fue tan cordial y protector que yo misma agradecí el recibimiento para mi Bec.

Pasamos, nos sentamos en la sala, Tee nos ofreció el bowl de frituras y luego preguntó: -"¿Sin alcohol, pequeña, o un poquito?"- Obvio refiriendose a Becky. -"Hace falta hoy... dame una copa cargadita, por favor"-. ¿De qué me he perdido? Acaso Tee y Beck se llevaban más de lo que yo sospechaba?. No me incomodaba eso, yo le confiaría a Tee mi propia vida, y sabía que en mi ausencia, ella había estado al pendiente de Becky. Abrí mis ojos sorprendida, Beck me dió un beso de un par de segundos mientras pasaba su brazo izquierdo para rodearme... me sonrojé por Tee, y me relajé y llené de seguridad a la vez. Becky tenía tantas maneras de hacerme sentir bien con tan solo un gesto, una caricia, un guiño, un susurro, una sonrisa, una mirada... Tee regresó con un vaso para Becky. -"Es tu casa, sírvete tú"-, dijo entre risas. No discutí, di un suave beso robado a Becky mientras Tee ponía en blanco los ojos. -"Ya vuelvo, cielo"-, le dije y fui directo al comedor a servirme mi copa.

-"Te acabas de ganar el cielo y el infierno, Sarocha"- dijo Tee mientras daba un trago a su bebida.

-"Sabes que no fui solo yo, Phi... Estoy enormemente agradecida y..."-. -"No sé de qué hablas, plaga!!!... recuerda, yo estoy por salir... no sé de qué hablas."-.

Becky entendió y agarró las manos de Tee, -"Gracias!"- Le dijo mirando sus ojos rasgados. Tee sonrió agradecida apretando sus manos y yo me sentía soñada... sentía como si mi hermana mayor fuese mi superheroína y bendijera mi relación. Sin ella y su intervención, muchas cosas no habrían sido posibles.

-"Gracias por cuidarnos, por estar aquí, Phi"- Tee sintió mi humildad y cariño en mi tono... aguardó unos segundos para saborearlo, ¡Yo no era humilde con nadie, sólo con gente que merecía mi respeto! Tee lo sabía, y no hizo alarde, sólo agradeció.

-"Retomando el tema, pequeña bestia... Lo más dificil para el equipo ya pasó, el resto les toca a ustedes...  Yo me voy en un mes, las dejaré lo mejor recomendadas que pueda, pero su ultimo año van a estar más desprotegidas... De los 8 maestros nuevos que entraron, 6 son amigos de tu "ex"... por que supongo que ya es tu ex"- dijo en un tono más serio, refiriendose a Becky. -"Les van a complicar este ultimo año, bebés"-.

-"Ya no me llama, sólo envió un mensaje diciendo que me lo explicaría todo, que Freen se iba a acordar de él y que debía creerle"- En ese momento Beck se tensó, bajó la mirada y se puso nerviosa...

-"Tienen dos oportunidades para elegir, pero, después de las habladurías y chismes, yo les recomiendo que se dirijan a una de ellas... El doctor Osorio. Él es neutral, hasta donde sé. Haré lo que pueda..."-.

Empezaron a llegar las demás, bailé dos canciones de salsa y una de bachata con Becky, y con eso tuve (sabía su plan, y le quedaba perfecro el seducirme y hacerme caminar hacia el matadero si ella así lo quería). No tuvo que arrastrarme para que yo misma agarrara mi mochila y la suya y agarrando su mano le pidiera que al menos unos quince minutos estuviésemos a solas en mi departamento.

Hice lo contrario... ella creyó que después de dejarla tomar el autobús yo me regresaría a la fiesta... Me fui a mi departamento, necesitaba descansar.

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-"Doctor Osorio, buenos días"-.

-"La esperaba, ingeniera, pase por favor"-.

Anselmo Osorio era un tipo de poco más de cincuenta años, moreno, cabello avanzado en canas, bigote de "Fox terrier", igual, lleno de canas. Fuí hasta su cubículo sin avisarle a Becc. El tipo estaba sereno, entre muchos libros, hojas sueltas, sus anteojos casi por caer de su nariz... una computadora enorme en su escritorio.

-"Sólo vengo a pedirle una oportunidad... usted es mi ultima opción para poder realizar mi tesis... Me gustaría que fuese tesis conjunta, entre la alumna Rebecca Armstrong y yo"-.

Sin levantar la mirada de su lectura, alzó la vista hacia mí...

-"En la facultad ustedes dos han sido prácticamente betadas de cualquier arreglo entre profesores, ingeniera Sarocha, nadie las quiere para cualquier proyecto que no sea de carácter obligatorio"-.

-"Lo sé, por eso, vine a verlo a usted... Me parece un profesor que no de va a dejar llevar por cuestiones irrelevantes para una vida profesional"-. Lancé mi primera carta.

-"Aún así, señorita, ingeniera Sarocha (me daba cierto aire de suficiencia que me llamase ingeniera sin aún haber terminado la carrera). Piense usted que, existen pocas tesis conjuntas, el promedio de ambas no da lo suficiente como para titulación automática, y... aunque a mi no me quita el sueño las represalias en mi contra si yo acepto llevar su tesis..."-.

Comenzó a escribir en la computadora y pensé que todo estaba perdido... Hasta que me preguntó: -"Freen Sarocha Chankima, y Rebecca Armstrong (se levantó de su escritorio para recoger unas hojas que justo salían de su impresora)...

-"Estos documentos no deben salir de mi oficina, pero, al no estar la otra interesada aquí, haga el favor de llevárselos, que los firme y entréguelos hoy mismo, una copia a ustedes, una a mí y una en oficinas... por favor. Nos vemos el viernes."-

Firmó ambas hojas, las metió en un folder y me indicó la puerta de salida...  Antes de salir, el catedrático me dijo: -"Me voy a echar encima a la academia de maestros, ingeniera Sarocha... no me fallen"-.

-"Con su permiso"- tomé el folder, me retiré y al abrirlo pude leer el título: "Solicitud de aceptación de trabajo recepcional (tesis)", Dr. Osorio Mirón solicita autorización para registro de trabajo recepcional elaborado por las alumnas: Freen Sarocha y Rebecca Armstrong. Fecha del....

Justo abracé con mi alma ese folder, y me fuí en busca de Becky.

Una vida cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora