Aria

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Roman y yo llevamos riéndonos horas. 

Cuando nos encontramos, le conté que debía esconderme de mi madre porque pretendía emparejarme de algún niño rico, y fue él quien me propuso ser mi pareja de esta noche. 

Fingir estar enamorados el uno del otro. 

...

No pudo parecerme mejor idea. 

Y desde entonces somos un mar de lágrimas riéndonos de todo y de todos.

No esperaba que fuese tan divertido hacer algo así. 

Las demás chicas me miraban celosas y con envidia de tener a mi lado a un galán tan guapo como es Roman. 

Incluso se lo presenté a mi madre. 

Y se lo creyó todo. 

No puedo reírme más. 

Y ahora, escondidos en las habitaciones, oyendo los gemidos indecorosos de los demás que se transmiten por las paredes de aquel precioso palacio, nos hartamos de comer canapés y bebemos champán. 

- dios, odio estos zapatos... - me quejo mientras los tiro a un lado. - voy a tener ampollas por años... 

- vas horrible Aria 

- ¡gracias Roman! - le propino un golpe en el brazo que hace que grite. 

Estallamos a risas. 

- perdona, perdona... lo que digo es que no pareces tú 

Entonces me viene en la cabeza lo que me dijo Diego. 

... 

Estás preciosa, pero creo que hubieses estado igual de preciosa con tu vestido amarillo y rizos sueltos.

Suspiro. 

No le he vuelto a ver. 

Supongo que estará cumpliendo con su papel de heredero de la empresa. 

... 

Aunque no he dejado de pensar en él. 

Lo pasé realmente bien en aquel jardín. 

Junto a él. 

...

- en qué piensas gatita - me despierta Roman comiendo. 

Le miro y como otro canapé. 

- ¿en Diego? 

Asiento lentamente. 

- ¿crees que puede estar entre estas paredes con alguna chica? 

La sola idea me hace sentir incómoda, pero...

- en absoluto - miento. 

- Aria...

-  me alegraría por él

Alza una ceja Roman sin creerme. 

- ¿segura? 

- soy su amiga

- ¿y? 

- debo alegrarme si le gusta alguien 

- ya, claro... 

- es lo que hacen los amigos - me auto-convenzo. 

Roman se queda mirándome. 

Luego pone los ojos en blanco. 

- no sabes mentir Aria 

- ¡no miento! - me quejo y río. - por cierto, espero que no te moleste estar aquí conmigo... 

Hijo de millonario se enamora de alguien buenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora