EXTRA DE ROMAN

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Sigo con total desconfianza a aquel sujeto. 

Alto. 

Espalda ancha. 

Peinado engominado. 

Cuerpo muy musculoso. 

Joder, parece estar más fuerte que yo. 

...

Tiene un aspecto tenebroso. 

Oscuro. 

Parece el malote mafioso que parte piernas de alguna película. 

... 

No sé qué hago acompañándolo a ningún lado.

Llegamos hasta la puerta de una habitación, la abre y me mira dándome paso a que entre yo primero. 

Dios... 

¿Me va matar? 

Dudo quedándome quieto y mirándole a los ojos intentando descifrar qué quiere hacer ahí dentro conmigo. 

¿Partirme los brazos?

¿Abrirme el canal y deja que me desangre vivo? 

Tendría sentido, parecía el perro faldero de Diego Reyes...

Y después de casi ahogarme, doy por hecho de que no le he caído muy bien.

...

O a lo mejor estoy prejuzgando.

...

Sus claros ojos no parecen querer matarme. 

- ¿vas a entrar? - dice con frialdad. 

.

..

...

Puede que sí sean mis últimos minutos de vida.




- siéntate - me ordena señalándome la cama tras cerrar la puerta de la gran habitación y se dirige al baño interior. 

Yo me quedo de pie observando el sitio. 

Luego le busco con la mirada queriendo saber qué hace en todo momento. 

Voy hasta el baño y me apoyo en el umbral de la puerta mirándole. 

Agarra una toalla y la moja en agua. 

Me mira y frunce el ceño. 

Luego se acerca lentamente. 

- oh, puedo hacerlo yo.. 

Me aparta la mano y empieza a limpiarme el cuello con suaves toques. 

...

...

...

Trago lentamente. 

¿Incómodo? 

Más bien preso de la sorpresa de que este chico me esté limpiando la herida. 

No puedo evitar mirarle detenidamente. 

Él tiene sus ojos puestos en mi piel. 

Limpia con cuidado y suavidad. 

Lo último que esperaría de alguien como él. 

Y entonces... sopla. 

Me aparto un poco por la sorpresa y le miro con los ojos muy abiertos. 

Hijo de millonario se enamora de alguien buenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora