○Dos○

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Cuatro años después

YoonGi vestía un traje elegante, hecho a la medida.

- ¿Todo listo, amor?- pregunta entrando a la habitación que compartía con su esposo. Sonrío al darse cuenta que estaba casado con ese hombre tan asombroso.

- Listos, bebé y yo estamos listos...- JiMin dice mostrando que su hijo ríe al ver a su otro padre acercarse a él.

- Min JungKookie, se ve guapo- dice extendiendo sus brazos, su hijo va con él, amando los rulos en su padre.

- Claro, es nuestro bebé- JiMin sonríe y besa a su esposo. Su hijo los aparta y JiMin besa sus mejillas logrando una sonrisa muy linda.

- Tendremos una platica seria, Min JungKookie- YoonGi suspira mirando a su hijo, JungKook frunce su naricita de manera adorable y resiste caer ante los dulces y tiernos encantos de su pequeño- Tu padre me besaba a mi primero, mucho antes de tu llegada...

- ¡Yoon!- JiMin se sonroja. YoonGi ríe y sale de la habitación, junto a su bebé de tres años.

Habían regresado a Corea luego de tres años, no podían estar huyendo cada vez que los encontraban. No fue nada fácil, para ninguno de los dos, sus padres tenían conexiones por todos lados, JiMin estaba siendo presionado a volver pero se mantuvo firme con su decisión, no iban a poder deshacerse de su bebé.
Entre todo el caos, encontraron a una buena persona, una mujer que junto a su marido les ayudaron de una u otra manera, ya sea dandoles techo o comida durante algunos días. Prometieron pagarle por todo, e incluso le enviaron dinero por esas noches que les dejaron quedarse luego de que YoonGi se enteró que la policía los buscabacon bastabte discreción.

YoonGi y JiMin sabían que no podían vivir de esa forma, no era la vida que querían darle a su hijo, y en una noche, YoonGi plantea partir a Ámerica. Estados Unidos no era una opción viable, pero Canadá fue el lugar perfecto para pensar y seguir adelante.

De vivir en un cuarto pequeño pasaron a vivir a una residencia, YoonGi cumplió con su promesa, trabajó por ellos y no los dejó solos. JiMin por su parte pudo graduarse primero, pero no fue fácil atender a un recién nacido y su tesis al mismo tiempo. Muchos de los que consideraban amigos dentro de su círculo social les dieron la espalda, JiMin lo recuerda, aunque no puede culparlos del todo.

Y habían regresado luego de tanto... su hijo nació saludable, un bebé lleno de amor y lejos de estereotipos. Solo eran ellos y su hijo.

- La cena será larga, no creo que JungKookie se sienta cómodo- YoonGi mencionó, balanceando de un lado a otro a su bebé de tres años. Su pequeño parecía adormilado y muy cómodo en brazos de su padre.

- Tienes razón, realmente no tiene experiencia en multitudes...- JiMin apoya a su esposo, acariciando la cabecita de su primogénito.- Me preocupa que se siente ansioso o angustiado...

- Talvez solo debamos estar en la conferencia, no quedarnos a la cena, además debemos dormir temprano- YoonGi dice pensativo. Regresaron hace solo una semana y se han dedicado a desempacar y ordenar, aprovechando cada siesta de JungKook para avanzar y acomodar sus cosas. Hay cajas en la sala y en la habitación de juegos de su hijo, debería funcionar como una habitación pero JungKook prefiere dormir con ellos, para ellos no es molesto, aman contarle historias para dormir y cantarle. Se informaron lo mejor que pudieron, y adoptaron muchas costumbres occidentales.

- Creo que es lo mejor...- JiMin apoya a YoonGi, su pequeño realmente ha crecido solo junto a ellos dos, no tiene abuelos tampoco tíos o primos que los visitaran. Ni siquiera supo que pasó con sus padres, porque para evitar ser rastreado se desconectó de todos aquellos que podían vincularse con sus padres.- JungKookie...

- Mimir...- su pequeño susurró y se aferró al cuello de YoonGi.

- Lo siento, mi amor, pero tenemos que salir...- YoonGi le dice besando su mejilla rellenita, adora esas facciones porque son idénticas a las de JiMin durante el embarazo.

- ¿Casha?- preguntó y miró a su alrededor.

- Si, volveremos a casa pronto, galletita...- JungKook asiente, volviendo a relajarse sobre el hombro de su padre, JiMin y YoonGi no confiaban en nadie para cuidar de su bebé. No se darían el lujo de salir sin él, para muchos era extremista pero preferían tener que retirarse temprano de un evento a tener que ver a su hijo con un desconocido.

Porque de verdad, intentaron confiar, pero no esperaron ni la segunda ni la tercera oportunidad, la primera y última vez que lo intentaron, todo fue horrible, ambos fueron a una noche de gala, hablaron de como harían durante la noche y quien se quedaría junto a su hijo, pero era un evento que requería la presencia de ambos, sin embargo, cuando JiMin revisó las cámaras desde su celular, la mujer que contrataron casi escapa con su hijo de ocho meses, según la policía la mujer ya de unos 45 años, planeaba extorsionarlos, claro, era el matrimonio Min. JiMin no esperaría una segunda vez, YoonGi tampoco.

Ahora, su pequeño JungKookie los acompaña a todos lados.

Sobre todo, porque JiMin temía que su familia pudiera encontrarlos de una u otra forma, habían escapado y cerró todas sus cuentas de ese momento igual que YoonGi, pero sus padres eran peligrosos sobre todo si lo que querían alimentaba su codicia. No podía pensar en ellos sin sentir miedo de perder a su bebé, y que intentaran hacerle lo que con él hicieron.

- Es hora de irnos...- JiMin menciona, dejando la alarma encendida y con todo en orden, se dirigen al garage, acomodan a JungKook en su silla especial, y luego JiMin sube al auto, su caballeroso esposo le coloca el cinturón.

- Listo, todo para mantenerte a salvo, mi amor...- YoonGi le dice y aprovecha para besar su mejilla.

JungKookie llevaba su peluche con él, iba feliz, le gustaba estar con sus padres, aunque le daba miedo ver tantos adultos juntos sus papás siempre lo protegerían...

Heredero MinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora