○Doce○

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La visita a la isla Jeju fue una experiencia sorprendente para JungKookie. Era un parque temático de dinosarios, YoonGi no recuerda que su pequeño gritara tanto, le daba risa porque corría a todas las atracciones.
Sus piernitas iban a todo dar, YoonGi y JiMin trataban de seguirle el paso, pues su emoción parecía demasiada para su cuerpecito.

- ¡JungKookie!- JiMin lo llama con diversión al verlo tratando de subirse a uno de los columpios con forma de cascarón, YoonGi ríe y se acerca a su hijo.

- Voy...- se acercó a su pequeño y le ayudó a subirse.- Dejame ayudarte...- lo abrochó con cuidado de no dejarlo tan ajustado pero tampoco tan flojo como para ocasionar un accidente.

- Gacias...- JungKookie respondió sonriendo y posando sus manitas en las mejillas de su padre. JiMin los miraba sonriente, tomando algunas fotografías y vídeos cortos de ambos jugando, YoonGi empujaba a su hijo con suavidad y poniendo un poco más de fuerza de vez en vez. La risa de su hijo era su melodía favorita.

Fue todo un día lleno de aventuras para JungKookie, lo dejaban ir con cada uno de los dinosaurios para que pudiera tomarse fotos, además el parque contaba con un recorrido especial para pequeños como JungKookie, JiMin estaba sorprendido, había un tren para niños, pasaban por una sala interactiva dejandolos escuchar los posibles sonidos recreados con tecnología, cualquier niño podría haberse asustado, pero JiMin miraba como JungKookie aplaudía con emoción a cada ruido y efecto visual que aparecía delante de él.

- Tenías razón, le encanta todo esto...- JiMin dice yendo del brazo de su esposo- ¿Cómo supiste de este lugar?- preguntó curioso.

- Puse la palabra dinosaurios en Corea del Sur en Google- YoonGi dice haciendo reír a su esposo.- Sabía que Kookie ama todo esto, desde ese pijama que le compramos...- menciona, ambos van siguiendo el tren, pues se mueve lento y hace paradas, a su alrededor hay pocos adultos pues es una atracción que no todos los infantes diafrutan por los sonidos.- Pensé que sería lindo que tuviera algo que recordar de aquí, después de todo este es nuestro lugar de nacimiento, si JungKookie debe recordar algo quiero que sea él en medio de un parque de dinosaurios...

- Es lindo...- JiMin dice recostando su cabeza en el hombro de YoonGi, ambos sonríen al ver a su pequeño reír con emoción.- Estoy seguro que JungKookie lo va a recordar, además desde que llegamos no ha dejado de reír...

- Miremos el lado positivo- YoonGi comenta con seriedad- Va a caer rendido hoy...- JiMin ríe y se acerca para que su pequeño pueda salir de su vagón, el personal indica que el recorrido ha terminado. JungKookie se despide del señor con la gorra con dientitos y ojos graciosos, siendo correspondido con una despedida corta.

- ¿Qué quieres comer, bebé?- JiMin preguntó a su pequeño, YoonGi mira el area de comidas, buscando opciones que seguro Kookie puede disfrutar.- Mira... hay pizza, hamburguesas, brochetas...- señaló cada lugar, agradecía que el area de golosinas estuvieran de otro lado para que los niños no se distrajeran.

- Boshetas...- JungKookie señala, ambos padres se dirigieron al local, JiMin pidió una orden para niños, las brochetas eran acompañadas por papas fritas y un té, además de dos aderezos diferentes, YoonGi pidió una hamburguesa, y JiMin optó por un ramen tradicional, se sentaron en una de las mesas disponibles en el lugar, ambos sabían que JungKookie querría probar de sus comidas y le compartían de sus porciones así como también JungKookie les daba de sus brochetas, algo que era señalado por otros padres cerca de ellos.

Los comentarios sobre lo mimado que tenían a su hijo no tardaron en escucharse, JiMin tomó la mano de YoonGi y negó al ver su ceño fruncirse, no valía ni el esfuerzo ni la molestia, JungKookie seguía sonriendo entretenido, moviendo sus piernitas y comiendo sus papitas. Y eso era lo que debería importarles...

- Papi...- JiMin vuelve su vista a su pequeño.

- Dime, cielo...- apartó los cabellos rebeldes que caían por su frente.

- ¿Te gustan los tiribinarosautios?- preguntó con bastante seriedad. JiMin asintió con una sonrisa.
YoonGi lo miró con confusión, pero luego entendió que quizás su hijo se refería a los tiranosaurios.

- Claro, ¿te has divertido, cariño?- preguntó, haciendo espacio para que su bebé subiera a su regazo, JungKookie gozaba de los privilegios de ser hijo de dos magnates jóvenes, que no querían repetir los patrones de sus predecesores, que habían hecho lo posible por mantenerlo a salvo de esos comportamientos.

- Musho...- asintió varias veces, sonriendo tan lindo para sus padres, y eso era lo que ambos cuidaban, trataban de mantener esa sonrisa en el rostro de su bebé.

El recorrido de la tarde fue un poco más moderado, dejaron a Kookie probar unos cuantos dulces tradicionales y que gastara su energía en las atracciones para niños, al llegar la noche, se dejó envolver por los brazos de su papi, JiMin lo meció suavemente, la cena había sido ligera y ellos se sentían exhaustos, sin embargo, se sentían satisfechos por lograr cumplir uno de los sueños más grandes de JungKookie, conocer a los dinosaurios.

- Yo opino que durmamos hasta la otra semana...- YoonGi murmuró mientras arreglaba la cama de la habitación donde se hospedaban, habían rentado una cabaña, querían privacidad y eso era algo que no lograrían en un hotel, menos en esa época del año.

JiMin ríe. JungKookie asiente de acuerdo con su padre, YoonGi ríe bajito al ver lo consentido que Kookie puede ser en algunas ocasiones, a veces se pone un poquito celoso de que su propio hijo robara toda la atención de su esposo.

- Mimir...- murmuró y abrazó más a su papi, JiMin acariciaba su espaldita con amor, esa era la atmósfera que rodeaba a JungKook.

- Claro, amor...- besó su mejilla rellenita y ambos se acostaron dejando a su hijo entre ellos, JiMin le cantaba y YoonGi acariciaba su cabello.

Y si le preguntan a JungKookie, no necesita más que a sus padres...

Heredero MinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora