YoonGi estaba mirando su celular, había conversado con su esposo respecto al siguiente movimiento que harían. No podían solo esperar que pasaría, debían actuar. No podían solo quedarse sentados sin hacer nada, su preocupación más grande era que intentaran apartar a JungKook de ellos, a JiMin le aterraba que sus padres quisieran arrebatarle a su hijo, la seguridad de su esposo al pensar en ello, también lo afligía, JiMin omitía todas las escenas dentro de casa de sus padres, no era algo de lo que solía hablar, de hecho lo único que supo con certeza era lo que hablaban en las terapias, le tomaba al menos una hora tranquilizarse luego de mencionarlos. YoonGi tampoco es que dialogara mucho de la situación en su casa, pero ambos sabían que habían cosas que les asustaban de su propias familias.
Estaba en su oficina personal, suspiró y miró como la cabecita de JungKookie se asomaba por su escritorio, sonrió por inercia, y lo llamó para que se acercara.
- ¿Qué pasó, cariño?- YoonGi dijo con una sonrisa cuando JungKookie apareció vistiendo su enterizo de león, recuerda la primera pijamada que tuvieron con su hijo, lo tomó en brazos y lo acomodó en su regazo.- ¿Estas aburrido?- le quitó la capucha de melena de algodón y arregló su cabello.
- Papi duelme...- dijo e hizo un una señal de silencio, poniendose su dedito sobre los labios, YoonGi ríe bajito y asiente.
- Entonces debemos dejarlo descansar...- JungKookie asintió de acuerdo y se acomodó para descansar. YoonGi dejó su telefono y acarició la espalda de su pequeño, volvió la vista a la ventana de su estudio, estaba claro que no podían pasar tan desapercibidos como quisieron. JungKookie se enderezó y sonrió para su padre- ¿Tienes hambre?- su bebé asintió, YoonGi se levanta y va a la cocina, deja a Kookie sentado en su silla alta.
YoonGi sabía que su esposo tomaba siestas con Kookie, lo más seguro que su hijo haya despertado y fue a buscarlo.
Hizo pancakes, dejando una generosa cantidad de chocolate cuando sirvió los de Kookie, su bebé comía con su ternedor especial. Él lo miraba embelesado, no podía creer que su hijo fuera tan precioso e inteligente, agradece haber tenido los pantalones para enfrentarse a la responsabilidad de ser padre. Cuando JungKookie empezó a caminar, lo seguía a todos lados, hasta en el baño, a veces aparecía con sus ojitos curiosos, le daba risa que esa persecución de su pequeño, JiMin incluso decía que lo amaba más a él, pero no es cierto, JungKookie los amaba a los dos, en sus ojitos brillosos podía ver lo mucho que los extrañaba al no verlos.
- ¿Está rico, bebé?- YoonGi preguntó, riendo con ternura al recibir una afirmación, su pequeño tenía las mejillas llenas de chocolate, le tomó un par de fotos y luego lo limpió con una toallita húmeda.
YoonGi se sentó a su lado, y también comió un par de hotcakes, siendo el dueño, tenía esa libertad de estar con JungKookie el tiempo que quisiera, a veces las reuniones eran algo complicadas de manejar, pero amaba esos momentos en familia.
- Galletita, ¿te sientes solo a veces?- YoonGi se animó a preguntar, su hijo quizás no lo entendería, porque ellos siempre procuraban estar juntos.
- ¿Solo?- JungKookie pronunció y quedó pensativo.- No... papi eshtá comigo, y juega y abaza musho...- sonrió y se abrazó así mismo. YoonGi sintió su corazón derretirse. Quizás JungKook no sentía que algo le hiciera falta porque esa era la forma en que lo habían educado, desde su nacimiento Kookie solo había estado con ellos, no existía nadie más, Kookie no preguntaba ni se extrañaba porque ellos habían estado construyendo un entorno estable para él. No sentía que necesitara más...
YoonGi lo ayudó a limpiarse, le dio un baño y le puso una pijama diferente.
JungKookie pidió una película, YoonGi colocó Un gran dinosaurio, le dejó su botellita con leche caliente. Buscó su teléfono, e hizo la llamada que estuvo postergando durante todo ese tiempo en Corea, el número apareció en su pantalla.
- ¿Quién habla?- pudo escuchar la voz que tenía un par de años de no escuchar.
- Hola, GeumJae, ¿borraste mi número?- dijo con cierta diversión. YoonGi miró a su hijo entretenido y se alejó solo un poco.
- ¿YoonGi?- la sorpresa en su voz era obvia, después de un tiempo, quizás su hermano olvidó el tono de su voz.- ¿Estás en Corea?- su voz alarmada le hizo sentir cierto alivio.
- Tranquilo...- comentó con una sonrisa- Llamé porque quiero saber cómo están las cosas... sé a que me estoy arriesgando...
- Bueno...- el suspiro de su hermano le hizo sentir pesadez.- Lo único bueno que ha pasado es mi hijo... mis padres hicieron una rabieta al no encontrarte, llamaron a todos nuestros familiares, cercanos y lejanos para saber si estabas con alguno de ellos...- GeumJae mencionó.- Me da ansiedad preguntar, no sé si es correcto...
- Si estoy en Corea, llamé porque quiero saber las condiciones de mis padres, yo sé que ellos tenían planes, y al final todo se vino abajo...- YoonGi comentó.
- Bueno, la chica con la que esperaban casarte, se cansó de tener respuestas vagas sobre tu supuesto regreso, sus padres arreglaron otro matrimonio, pero aun no han hecho anuncio concreto sobre el compromiso o el matrimonio...- GeumJae dijo.- Hasta cierto punto, se cansaron de buscarte, pero siguen pensando que vas a regresar, me cuestionaron un par de meses, pero se cansaron de hacerlo...
- ¿Quieres reunirte conmigo?- YoonGi preguntó directo.- Tengo un viaje que hacer, pero sería bueno que nos veamos la próxima semana, una cena, quiero que hablemos mejor...
- De acuerdo, te enviaré la dirección de un restaurante con salones privados...- YoonGi asiente y la llamada termina.
Vuelve la vista a su hijo, riendo al verlo tan entretenido con la película.En eso, JiMin salía de la habitación, estirando sus brazos, le sonríe adormilado.
- ¿Dormiste bien?- YoonGi le preguntó, y lo abrazó.
- Cierta galletita me dejó solo...- se quejó mirando a su bebé. JungKookie le sonrió y JiMin solo pudo devolverle la sonrisa. YoonGi le indicó que se sentara para servirle su porción de hotcakes, se sentó al lado de JungKookie, para también ver la película, YoonGi sonríe por escucharlos reír.
- Gracias, amor...- JiMin agradece cuando YoonGi le entrega su plato. Se acomoda a su lado y disfrutan la película, como una familia.