Registro de Contraataques de Transmigracion Rápida de la Carne de Cañon (5)

Capítulo 902: Estás siendo realmente molesto.

–¿Está bien papá?– Zhang Jiasen preguntó apresuradamente. –¿Está en el hospital?

Ning Shu puso los ojos en blanco. –No, afortunadamente lo logró.

Zhang Jiasen exhaló aliviado y luego dijo repetidamente: –Es bueno que esté bien. Qué alivio.

–Vamos a divorciarnos. Zhang Jiasen, hablo en serio –dijo Ning Shu con frialdad.

Zhang Jiasen se apresuró a decir: –Miaomiao, no seas así. Te lo ruego. Pido disculpas en nombre de mis padres. Están demasiado preocupados por el cuñado.

–Si lo se. Por eso finalmente vi lo mucho que le gustaba a tu madre. Suficiente, estoy colgando. Necesito dormir–. Ning Shu apagó su teléfono.

Al día siguiente, cuando llegó a la fábrica, la madre y la Hermana mayor de Zhang Jiasen no estaban a la vista. Después de acostumbrarse al llanto de un funeral, este repentino silencio en realidad se sintió un poco antinatural.

¿Ves? En el momento en que mencionó el divorcio, Zhang Jiasen inmediatamente retiró sus garras. Basado en su capacidad, definitivamente tenía formas de calmar a su familia, pero no se había molestado.

Cuando Ning Shu entró en la oficina, alguien la abrazó de repente y el fuerte olor a humo la envolvió. Quería alejar a Zhang Jiasen, pero Zhang Jiasen simplemente la abrazó con más fuerza. Su voz era ronca mientras gritaba: –Miaomiao.

Ning Shu empujó a Zhang Jiasen. Zhang Jiasen parecía un poco aturdido. Parecía haber estado despierto toda la noche porque sus ojos estaban inyectados en sangre y tenía un poco de barba. La camisa que llevaba estaba muy arrugada.

–Miaomiao, no seas voluntariosa, ¿de acuerdo?– la expresión de Zhang Jiasen estaba llena de dolor. –¿Cómo puedes rechazar nuestros sentimientos así?

¿Qué sentimientos? Ning Shu realmente quería escupir en la cara de Zhang Jiasen.

Ella lo miró con indiferencia y dijo: –Jiasen, ¿puedes esperar hasta que termine mi trabajo antes de hablar de esto? ¿No sabes que estoy realmente cansada? Tu familia me cansa aún más.

–Ambos deberíamos tomarnos un tiempo para calmarnos–. Ning Shu ignoró la expresión de dolor de Zhang Jiasen.

Como Zhang Jiasen estaba aquí, ya no tenía ganas de trabajar, así que se volvió directamente para irse. Zhang Jiasen fue a alcanzar a Ning Shu y la agarró del brazo. –Miaomiao, no me trates así. En realidad, no lo dices en serio cuando dices divorcio, ¿verdad? ¿Estás enojada?

Ning Shu se sacudió la mano de Zhang Jiasen. –Ya dije que deberíamos tomarnos un tiempo para calmarnos. Estás siendo realmente molesto. Ya estoy estresada por tu mamá, ¿también me vas a arrinconar?

Un rastro de oscuridad brilló a través de los ojos de Zhang Jiasen. Apretó los labios y luego dijo: –Está bien, está bien. Miaomiao, no te enojes.

Zhang Jiasen respiró hondo y luego dijo: –Te enviaré de regreso.

Ning Shu negó con la cabeza. Condujo hasta el banco para sacar las cosas de la caja fuerte. Era hora de informar al padre Miao sobre estas cosas para que pudieran trabajar juntos para lidiar con Zhang Jiasen, este lobo desalmado.

Cuando Ning Shu regresó a casa, fue a la cocina a buscar un vaso de agua, solo para ver que la tía Ping estaba poniendo algo en el plato médico hirviendo.

–¿Qué estás haciendo?– Ning Shu agarró el brazo de la tía Ping y tiró de ella a un lado para evitar que rompiera el frasco y destruyera la evidencia.

La tía Ping se sorprendió con Ning Shu. Estaba claro que no había esperado que volviera repentinamente y trató de liberarse del agarre de Ning Shu.

Ning Shu llevó directamente a la tía Ping a la sala de estar. El rostro de tía Ping estaba pálido de miedo. –Señorita, ¿qué está haciendo? ¡Déjame ir!

–¿Qué pasa?– Madre Miao bajó las escaleras. Ning Shu dijo con una expresión fría: –Mamá, llama a la policía. La tía Ping estaba envenenando el plato medicinal.

–¡Señora, no lo hice!– la tía Ping negó apresuradamente con la cabeza.

Madre Miao estaba asombrada. –¿Como es eso posible? la tía Ping ha estado con la familia Miao durante tantos años.

Ning Shu hizo que los otros dos sirvientes sujetaran a la tía Ping, luego fue a la cocina a buscar el frasco. Le dijo a la madre Miao: –Voy a llevar esto al hospital para que me hagan una prueba de laboratorio. No la dejes ir antes de que yo regrese.

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