Registro de Contraataques de Transmigracion Rápida de la Carne de Cañon (5)

Capítulo 993: ¿Cuál es el daño?

Después de caminar durante mucho tiempo, finalmente llegaron a una pequeña ciudad, pero Ning Shu descubrió que también había carteles de arresto de Xuan Hongyu en la puerta de esta ciudad. ¿Xuan Xiaotian tenía la intención de iniciar una caza a nivel nacional?

Parece que Xuan Xiaotian realmente estaba furioso esta vez.

Xuan Hongyu vio el cartel de arresto, pero no dijo nada. No parecía importarle en absoluto.

Justo cuando estaban a punto de dirigirse a la ciudad, los detuvieron. El alguacil de la ciudad se dirigió con severidad a Xuan Hongyu, que estaba completamente absorto. –Quítate la capucha.

Ning Shu dijo apresuradamente: –Señor, este es mi joven maestro. Contrajo una enfermedad, así que hemos estado viajando en busca de médicos expertos. Es realmente un inconveniente para él quitarse la capucha.

–Debe quitárselo. Se han emitido órdenes, cualquier persona que ingrese a la ciudad debe ser inspeccionada, –respondió el alguacil.

Ning Shu no tuvo más remedio que agarrar el brazo de Xuan Hongyu y levantarle la manga para revelar su piel cubierta de llagas.

Cuando el alguacil vio esto, se apresuró a retroceder y se tapó la boca mientras le hacía señas a Ning Shu. –Entra, entra.

–Gracias Señor–. Ning Shu azotó al caballo para empujarlo hacia adelante. En el momento en que entraron a la ciudad, Ning Shu fue a visitar una tienda de medicinas. El médico que estaba dentro de la tienda de medicamentos echó un vistazo y lo diagnosticó como lepra.

Xuan Hongyu apretó los labios sin decir nada y volvió a ponerse la capucha. Sin embargo, había un aura sombría a su alrededor.

Ning Shu dijo con firmeza: –Maestro, mejorarás.

Xuan Hongyu no dijo nada, por lo que Ning Shu recogió a Xuan Miexiao y comenzó a caminar por las calles. Le compró un tanghulu a Xuan Miexiao.

Xuan Hongyu siguió detrás de Ning Shu en silencio.

Ning Shu le entregó una barra de tanghulu a Xuan Hongyu, pero él solo dijo con frialdad: –Este príncipe no come este tipo de cosas.

–Ya que vas a morir de todos modos, ¿cuál es el daño en intentarlo? Oh... Maestro, este subordinado no quiso decir eso.

La mirada de Xuan Hongyu contenía un escalofrío incluso a través del velo negro. Aceptó el tanghulu, pero no se lo comió. Simplemente lo sostuvo en su mano.

–Este príncipe desea regresar a la capital –dijo Xuan Hongyu.

Ning Shu no le prestó atención y compró un poco de colorete y polvos faciales en un pequeño puesto de vendedores. Eran herramientas necesarias para disfrazarse.

Luego se dirigió a una tienda para comprar ropa y zapatos para Xuan Miexiao, así como una muda de ropa para Xuan Hongyu. Xuan Hongyu tuvo que cambiarse de ropa con diligencia. Xuan Hongyu siguió a Ning Shu y repitió: –Este príncipe debe regresar a la capital. Regresa a la capital.

–Maestro, hablemos de esto más tarde. Permita que este subordinado compre cosas primero –. Ning Shu luego compró algunos cereales y sal.

Xuan Hongyu dijo con frialdad: –Once, seguro que has crecido mucho. ¡Incluso te atreves a desobedecer las órdenes de este príncipe! ¿Es porque sientes que a este príncipe no le queda nada, por lo que ahora puedes romper con el control de este príncipe?

–Maestro, este subordinado nunca ha pensado de esa manera. No importa lo que haga este subordinado, todo con la esperanza de que el Maestro continúe viviendo. Todo es por la seguridad del Maestro. Incluso si el Maestro desea matar a este subordinado, este seguirá trabajando para lograr este objetivo –dijo Ning Shu.

Después de que Ning Shu terminó de comprar cosas, dejó la ciudad. A partir de ahora, el sol ya se había puesto, por lo que no tuvieron más remedio que establecer un campamento afuera.

– ¿Por qué no nos quedamos en una posada?– preguntó Xuan Hongyu con frialdad.

Ning Shu dijo: –Maestro, con su situación, las posadas no nos aceptarán.

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