Registro de Contraataques de Transmigracion Rápida de la Carne de Cañon (5)

Capítulo 905: Nunca quise lastimar a nadie.

Ning Shu tomó el teléfono. La tía Ping vaciló un momento, luego se sentó al otro lado del grueso cristal y cogió el teléfono.

–Habla, ¿quién te dijo que hicieras esto?– Ning Shu fue directo al grano. El hecho de que la tía Ping hiciera algo como esto significaba que definitivamente le habían ofrecido algo que hacía que valiera la pena el riesgo.

Este fue un crimen de asesinato.

La tía Ping tapó el teléfono y negó con la cabeza sin hablar.

–Deberías pensar bien las cosas. Lo que ha hecho es un intento de asesinato. Agregaste veneno a la comida de mi papá. Esto es un asesinato intencional –. La mirada de Ning Shu era muy severa mientras miraba a la tía Ping.

¿La familia Miao no trató bien a la tía Ping? ¿Habían sido severos alguna vez con la tía Ping?

Nunca, pero la tía Ping aún había podido hacer algo como esto. La codicia humana era así de insaciable.

El color de la cara de la tía Ping se volvió aún más pálido, haciéndola parecer muy desanimada. –Nunca quise lastimar a nadie.

–Pero lo que hiciste daño a mi padre –dijo Ning Shu con frialdad. –Deberías pensar bien las cosas. Su hijo está a punto de graduarse, pero tiene como madre a un asesino. ¿Qué tipo de perspectivas crees que le quedarán a tu hijo entonces? Tu hijo estará resentido contigo para siempre.

El color de la cara de la tía Ping era mortalmente pálido y todo su cuerpo temblaba levemente. Estaba claro que su hijo era su punto débil. Ella comenzó a implorar a Ning Shu: –¡Este asunto no tiene nada que ver con mi hijo! ¡Por favor, no lastimes a mi hijo!

La tía Ping se preocupaba mucho por su hijo. Cuando escuchó a Ning Shu mencionar a su hijo, comenzó a suplicar desesperadamente y a decir que este asunto no tenía nada que ver con su hijo, así que por favor no lo lastime.

Ning Shu observó la manera cálida y cariñosa de madre de la tía Ping con una expresión fría. Ella simplemente lo encontró divertido. ¿Qué derecho tenía la tía Ping a preguntar algo a los demás?

–Me pides que no lastime a tu hijo, pero ¿alguna vez has considerado cómo tus acciones estaban lastimando a mi papá? ¿Y si algo le pasara a mi papá? Me pides que no lastime a tu familia, pero estabas lastimando a mi familia.

A Ning Shu realmente le disgustaba la forma en que actuaba la tía Ping, como si tuviera razón solo porque era más débil, como si las demás personas fueran malas. A pesar de que claramente ella era la que estaba dañando a los demás.

Ning Shu dijo con frialdad: –Recuerdo que su hijo está a punto de graduarse. Lo haré para que ya no pueda quedarse en esta ciudad, a menos que me digas quién te dijo que hicieras esto.

Las lágrimas de la tía Ping corrían por su rostro, haciendo que su rostro envejecido pareciera aún más lleno de desesperación. Sin embargo, Ning Shu no sintió la más mínima simpatía.

La tía Ping no había sido mencionada en la historia original. Alguien que ha trabajado en la familia Miao durante tantos años era evidentemente una persona muy insignificante en la historia. ¿Quién hubiera imaginado que ella era en realidad la que estaba detrás de la muerte del padre Miao?

La anfitriona original no tenía idea de nada de esto, por lo que la atención de Ning Shu se había centrado por completo en Zhang Jiasen cuando entró en este mundo.

Si no hubiera sorprendido a Zhang Jiasen hablando de algo con la tía Ping esa noche y no hubiera sorprendido a la tía Ping añadiendo esa droga al plato medicinal, nunca lo habría sabido. Esto también respondió a algunas de las preguntas sobre las que se había estado preguntando.

Zhang Jiasen tenía personas dentro de la familia Miao.

Ning Shu sabía que la tía Ping había estado haciendo esto por Zhang Jiasen. En este momento, necesitaba la confesión oral de la tía Ping.

La tía Ping apretó los labios con fuerza sin hablar. Las únicas palabras que diría eran: –He defraudado al maestro y a la señora. Lo siento mucho.

Había tratado de herir a otros por sus propios deseos egoístas, entonces, ¿para qué servía ahora disculparse? Ning Shu entrecerró los ojos mientras escudriñaba a la tía Ping.

¿Qué tipo de términos seductores harían que la tía Ping estuviera tan decidida a no confesar cosas?

–¡Nunca quise lastimar al maestro, de verdad!– Después de todo este intercambio, esto seguía siendo todo lo que decía la tía Ping.

Ning Shu se rió con frialdad.

Zhang Jiasen había estado esperando frente a la estación de policía durante mucho tiempo, pero Ning Shu aún no había salido. El sol ya se había puesto. La mirada de Zhang Jiasen era anormalmente oscura y fría mientras miraba las puertas.

Apretó los puños, luego se aflojó, luego se tensó y se aflojó de nuevo. Había un aura nerviosa a su alrededor.

Cuando Ning Shu salió de la estación de policía y vio que Zhang Jiasen todavía estaba esperando en la puerta, no dijo nada.

–Miaomiao, ¿qué está pasando exactamente? ¿Por qué la tía Ping envenenaría a papá? ¿Te lo dijo ella? –Zhang Jiasen se acercó apresuradamente para preguntarle esto a Ning Shu.

Ning Shu miró a Zhang Jiasen con una expresión de enojo y dijo en un tono molesto: –¡Ella se niega seriamente a decir nada!

En el momento en que Zhang Jiasen escuchó que la tía Ping no había dicho nada, su expresión se relajó un poco y consoló a Ning Shu: –La verdad eventualmente saldrá a la luz. No hay necesidad de estar tan preocupado. Es una suerte que el suegro esté bien.

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