Registro de Contraataques de Transmigracion Rápida de la Carne de Cañon (5)

Capítulo 989: Debe ser un masoquista.

Al final, Ning Shu decidió dejar este lugar. La capital se estaba volviendo loca. Los guardias no solo estaban buscando en la ciudad, sino que estaban comenzando a expandir la búsqueda desde la capital para encontrar a Xuan Hongyu.

Xuan Xiaotian estaba claramente decidido a capturar a Xuan Hongyu. Realmente lo habían apuñalado en un punto dolorido esta vez.

Si no se iban, eventualmente los atraparían.

Sin embargo, una cosa que hizo que Ning Shu quisiera desmoronarse fue el hecho de que Xuan Hongyu se negó a irse. La sensación que le dio el actual Xuan Hongyu era que a él no le importaba vivir o morir, ya no parecía importarle nada. La mirada de él hizo que le dolieran los dientes de irritación.

Ning Shu estaba ardiendo de ansiedad. Ni siquiera practicar las preguntas del examen de ingreso a la universidad podría calmarla. Observó a Xuan Hongyu mientras se movía tranquilamente. Como él se negó a irse, ella solo tendrá que recurrir a la fuerza.

Por el bien de su tarea, decidió hacerlo. Si no fuera por esta tarea, definitivamente habría seguido viendo con una sonrisa cómo Xuan Hongyu cortejaba a la muerte.

Tocó el polvo medicinal que llevaba en el bolsillo del pecho y sonrió con frialdad.

Bajo la iluminación de la luz de la luna, Ning Shu estaba impulsando un carruaje hacia adelante en la carretera. Ella ya había decidido un buen destino.

Ning Shu levantó la cortina y miró dentro del carruaje a Xuan Hongyu y Xuan Miexiao que estaban durmiendo. En serio, no apreciaba que la gente se tomara el tiempo para hablar con él e insistiera en que la gente usara la fuerza.

Debe ser masoquista.

Ning Shu no durmió ni un momento en toda la noche y siguió conduciendo el carruaje hacia adelante. Pensaba que lo mejor era alejarse lo más posible de la capital.

Cuando amaneció, Ning Shu se detuvo para permitir que el caballo descansara un rato. Comenzó a hacer una fogata para preparar el desayuno.

–Esto... ¿Dónde diablos está esto?– Xuan Hongyu había salido del carruaje. Mientras salía, terminó golpeándose la cabeza con el techo del carruaje. Se tambaleó, luego se frotó la frente, que todavía se sentía muy mareada y pesada. Miró a su alrededor, luego preguntó a Ning Shu: –Once, ¿qué estás haciendo?

–Estás mostrando falta de respeto hacia tus superiores–. Xuan Hongyu miró a Ning Shu con frialdad. Sus ojos se entrecerraron levemente con intención asesina.

–Este subordinado simplemente estaba tomando en consideración su seguridad, Maestro. Algunas personas ya estaban comenzando a buscar en los alrededores de la base. Si no nos íbamos, definitivamente terminaríamos capturados, –explicó Ning Shu. Solo estaban ellos dos, pero Xuan Xiaotian tenía todo un ejército. ¿Cómo diablos podrían ganar en una confrontación?

A Xuan Hongyu no le importaba su vida, pero Ning Shu tenía que asegurarse de que Xuan Hongyu viviera. Si no completaba su tarea, sería exterminada.

Mierda, tener que proteger a una persona que cortejaba incesantemente la muerte fue muy doloroso.

Xuan Hongyu miró a Ning Shu con frialdad. Se acercó y le dijo a Ning Shu: –Este príncipe tiene sed. Sírveme una taza de agua.

Ning Shu entró en el carruaje para buscar un cuenco, luego vertió un poco de agua del saco de agua antes de entregárselo a Xuan Hongyu. Xuan Hongyu extendió la mano para tomar el cuenco, pero se congeló cuando notó su mano. Se miró la mano en estado de conmoción.

La mano blanca como el jade de Xuan Hongyu estaba cubierta de llagas ovaladas que estaban mojadas con pus amarillo.

Xuan Hongyu estaba estupefacto. Giró la mano para inspeccionarla. ¿Cómo terminó su mano así después de solo una noche? Se tocó la cara y descubrió que estas cosas también estaban en su cara.

–Esto ¿qué es exactamente esto?– Xuan Hongyu estaba desconcertado y consternado.

El rostro de Ning Shu se llenó de dolor. Abrió la boca pero vaciló. Al final, finalmente dijo: –Maestro, ha contraído lepra.

–¡Eso no es posible!– Xuan Hongyu refutó reflexivamente. –Eso no es posible, ¿cómo podría contraer lepra?

Xuan Hongyu miró a Ning Shu. – ¿Qué me has hecho?

–Este subordinado no lo hizo–. Ning Shu negó apresuradamente con la cabeza. –Este subordinado solo agregó un poco de talco para dormir a tu comida. Este subordinado realmente no sabe cómo terminaste así. Maestro, ¿comiste algo extraño?

El rostro de Ning Shu estaba lleno de sincera devoción. –Maestro, una vez que lleguemos a la siguiente ciudad, busquemos un médico para que eche un vistazo.

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